Junto con la pandemia de Covid-19, esta temporada invernal tenemos que enfrentar un aumento considerable de enfermedades respiratorias, en particular de la influenza, por lo que el uso del cubrebocas es una medida esencial si queremos atacar el origen del problema, que es la transmisión, afirmaron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío.

A pesar que en México su uso no es obligatorio en todo el territorio, como ocurre en por lo menos 44 naciones, incluida Francia, Alemania, Japón y Corea del Sur, destacaron que más que obligar, se debe convencer, persuadir a la población que bien colocado, cubriendo desde el puente de la nariz a la barbilla, funciona muy bien para proteger a quien lo usa y a quienes le rodean, aseguró Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM y vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia de Coronavirus.

Más vale acostumbrarse

En entrevista con La Jornada, destacó que en esta temporada de frío y bajas temperaturas es impor-tantísimo usarlo, particularmente al estar en espacios públicos cerrados, cuando estemos junto a otras personas o convivir con enfermos, porque el cubrebocas también nos protege de la influenza y de otros virus y bacterias respiratorias, y mientras más lo usemos, vamos a tener mejores resultados, además no causa daño, por lo que bien usado genera beneficios.

En cuanto a las medidas que han adoptado algunas entidades, donde incluso se ha legislado para hacer obligatoria su portación con penas administrativas o arrestos hasta de 12 horas, como es el caso de Chihuahua y Zacatecas, mientras en Colima el incumplimiento de la obligatoriedad no acarrea sanciones administrativas o multas, Juan Luis Mosqueda Gómez, director general del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, destacó que con el uso del cubrebocas estamos atacando el problema de origen, que es romper los contagios.

Afirmó que más que obligar, se debe convencer, porque lo que se vuelve obligación causa re-chazo en la población, y poco a poco debemos ir formando una cultura y una etiqueta social para usarlo, porque creemos que en uno o dos meses van a decirnos que ya podemos salir a la calle sin cubrebocas y eso simplemente no va a ocurrir, porque esto va para largo, más vale que nos vaya-mos acostumbrando.

Mosqueda Gómez destacó que los cubrebocas evitan que las gotitas de saliva y aerosoles que generamos al hablar, toser o estornudar salgan al ambiente, por lo que “el mejor cubrebocas es el de triple capa, como el que se emplea entre el personal de salud, que tiene una capa interior absorbente, otra interior que funciona como filtro, y una tercera que es impermeable, pero si se opta por uno no desechable, se recomienda que la primera capa sea de algodón, luego una tela como filtro, y la tercera debe ser poliester, para que evite que salgan las microgotas. Se recomienda su lavado diario con agua y jabón.

Los especialistas destacaron que, a diferencia de países asiáticos donde el uso de cubrebocas forma parte de una cultura social, como Corea, Japón y China, en México se debe seguir impulsando su uso, con el fin de normalizar su empleo, y hacer comprender a la población que el cubrebocas seguramente llegó para quedarse por un largo tiempo, quizá incluso todo 2021, enfatizó.