Durante la actual emergencia por las inundaciones en los estados de Tabasco y Chiapas, la Cruz Roja Mexicana (CRM) ha realizado labores de ayuda a la población más afectada, pero también ha capacitado voluntarios en temas de resiliencia comunitaria ante los desastres naturales, indicó el director de dicho organismo humanitario, José Antonio Monroy.

Durante la inauguración de una instalación artística, realizada ayer en las rejas del Senado de la República, el funcionario destacó que la actuación de la CRM está basada siempre en principios básicos, como humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia, lo que les permite tener acceso de manera eficiente a poblaciones afectadas.

Así lo hemos hecho en estados como Tabasco, Chiapas, Guerrero, Morelos, Oaxaca y Puebla, donde nuestros voluntarios llegan a comunidades indígenas, rancherías y zonas rurales en apoyo de los más vulnerables, tanto para capacitarlos en temas de resiliencia comunitaria como para entregar ayuda humanitaria, señaló Monroy.

Mientras tanto, Jordi Raich, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja para México y Centroamérica, advirtió que una de las consecuencias de los desastres naturales, como el que hoy afecta el sureste del país, es que muchas familias se ven obligadas a desplazarse de manera forzada dentro del territorio nacional, o incluso a migrar de forma irregular.

La destrucción de los medios de vida, las cosechas y los hogares genera desplazamiento en muchas personas que deciden irse a las grandes ciudades, muchas veces en barrios violentos, en busca de trabajo, educación y salud, o migran a Estados Unidos, puntualizó.