Miércoles 18 de noviembre de 2020, p. 40
El Frente Amplio de Transportistas (FAT), el cual aglutina a unos 9 mil concesionarios de microbuses, autobuses, empresas con corredores y Metrobús, lo que representa alrededor del 50 por ciento de las 18 mil concesiones que existen actualmente en la Ciudad de México, informó que necesitan un incremento de tarifa, subsidio generalizado o ambos para evitar la quiebra del transporte público.
En conferencia de prensa en el Zócalo, Nicolás Vázquez Figueroa, vocero del FAT, informó que están en bancarrota porque subsidian casi 8.50 pesos cada viaje por persona en microbuses y vagonetas y 12.61 pesos los de autobús y metrobús, situación que se ha agravado por la baja en la demanda del transporte público debido a la epidemia de Covid-19.
Agregó que el costo del pasaje en microbuses y vagonetas se ha incrementado sólo cuatro pesos en los pasados 24 años, mientras el de la gasolina subió 16.05 pesos, de acuerdo con el último estudio técnico que realizaron en 2019. Y en el caso de los autobuses, la tarifa se incrementó 5 pesos, mientras el precio del diésel lo hizo 19.11 pesos.
La tarifa, ajustada a la inflación, entre 1997 y 2019, debería ser de al menos 13.15 pesos, lo que nos indica que el año pasado el servicio público concesionado estaba subsidiando cada viaje en la Ciudad de México con 7.65 pesos y hoy esa cifra alcanza prácticamente los 8.50
, detalló. En el caso de los autobuses y metrobuses que consumen diésel, la tarifa debería tener un costo de 16.77; por tanto, existe un rezago de 10.27 pesos y podría llegar hasta 12.61
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Para la organización de transportistas solo hay dos salidas a esta crisis: una es el incremento a la tarifa en dos pesos. Los capitalinos pueden pagar, porque la calidad de su salario es superior a los que viven en la zona conurbada, que pagan arriba de 12 pesos
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La otra forma es que exista un subsidio generalizado para todos los concesionarios del transporte público de pasajeros
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