El viernes 20 de noviembre a más tardar se conocerá la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la ratificación o sustitución de Mario Alberto Rodríguez como director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Si bien el Presidente ha manifestado recientemente que será el titular de la Secretaría de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, quien designe o ratifique al director del Politécnico, lo cierto es que la ley orgánica del instituto es clara: el nombramiento es facultad exclusiva del titular del Ejecutivo.

El artículo 12 de esa ley indica lo anterior y añade que los directores del IPN duran en su cargo tres años y pueden ser designados, por una sola vez, para otro periodo de la misma duración.

En lo que va del siglo XIX, por ejemplo, sólo uno de los cuatro directores que antecedieron a Rodríguez Casas completó el ciclo de seis años al frente del IPN, Miguel Ángel Correa Jasso dirigió el instituto por tres años, de 2000 a 2003, y no repitió en el cargo; José Enrique Villa Rivera sí ocupó la dirección en dos ocasiones, de 2003 a 2006 y de 2006 a 2009; Yoloxóchitl Bustamante –la primera mujer en dirigir el IPN– también fue nombrada para dos periodos, el primero de 2009 a 2012 y el segundo de 2012 a 2015, pero renunció al puesto en 2014 en medio del mayor movimiento que el instituto ha vivido en décadas, y Enrique Fernández Fassnacht, que la sustituyó, fue director por un único periodo, de 2014 a 2017.

Para ser director del Politécnico se requiere ser mexicano por nacimiento y mayor de 30 años de edad. A diferencia de otras instituciones como la UNAM en donde la legislación no exige que se hayan cursado estudios en la misma institución para ser rector, la ley impone a quien aspire a dirigir el Politécnico que se haya formado en una licenciatura en el propio instituto.