Khoms. Un naufragio frente a las costas libias dejó 20 muertos, unas horas después de que 74 personas murieron en otro, reportaron ayer organizaciones migratorias y humanitarias, en un nuevo drama de migración.

Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Sorman, noreste de Libia, asistieron la noche del jueves a tres mujeres, únicas sobrevivientes del hundimiento en el que 20 personas se ahogaron cuando intentaban ir a Europa en un barco de madera.

Socorridas por pescadores locales, estaban en estado de conmoción y aterradas. Vieron desaparecer a sus seres queridos bajo las olas, morir ante sus ojos, relató MSF en la red social Twitter. Una de las sobrevivientes perdió a su esposo, a su hermana y al hijo de un año de ésta, explicó Anais Deprade, vocera de la organización.

Petición en vano

Alarm Phone, un grupo independiente que respalda las operaciones de rescate en el Mediterráneo, explicó en Twitter que la embarcación había pedido ayuda antes de hundirse. Según el grupo, solicitó repetidamente una operación de búsqueda y rescate de las autoridades de la Unión Europea. En vano. Decidieron dejarlos ahogarse. Nuestros corazones están rotos, añadió.

Poco antes, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó que al menos 74 personas perecieron en otro naufragio frente a las costas de Khoms, ciudad libia situada unos 180 kilómetros al este de Sorman.

Los guardacostas libios y pescadores lograron llevar a tierra a 47 sobrevivientes, que emprendieron la peligrosa travesía del Mediterráneo para llegar a las costas italianas y a Europa. Hasta la noche del jueves se habían recuperado 31 cuerpos y la búsqueda de las víctimas continuaba, agregó la OIM en su informe.

Nuestra embarcación, que transportaba a 120 personas, partió de un lugar cerca de Trípoli hace dos días, contó ayer, en el centro de Khoms, uno de los rescatados, Koni Hassan, originario de Ghana. Pero el motor se averió y (el barco) quedó dañado. Hubo muchas muertes, apuntó.

Once mil devueltos a Libia

Más de 11 mil personas fueron renviadas desde inicios de 2020 hacia este rico país petrolero de África presa de los conflictos, ante el riesgo de exponerlos a violaciones de los derechos humanos, detenciones, abusos, al tráfico (de personas) y a la explotación, acusó la OIM.

Desde la revuelta de 2011, que derrocó y mató al líder Muammar Kadafi, Libia, devastada por la guerra, se ha convertido en el principal punto de tránsito para miles de migrantes que buscan llegar a Europa desde África y Oriente Medio.

Los contrabandistas de personas suelen amontonar a familias desesperadas en balsas neumáticas mal equipadas que no resisten la peligrosa travesía por el Mediterráneo central. Al menos 20 mil personas han muerto en esas aguas desde 2014, según la OIM.

En este contexto, la organización humanitaria Open Arms se dirige a Trapani, Sicilia, con 259 personas a bordo rescatadas en el Mediterráneo en tres operaciones llevadas a cabo en días recientes aunque, según han confirmado fuentes de la ONG a Europa Press, las autoridades italianas aún no les han comunicado oficialmente que desembarcarán.