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Marcha contra feminicidios

Fueron balas de plomo y directas, narran testigos de represión en Cancún
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▲ Escena en la CDMX durante la protesta de ayer por el feminicidio de Bianca Alexis y la represión policiaca en Cancún.Foto Yazmín Ortega
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 12 de noviembre de 2020, p. 12

Cancún, QR., Las balas contra los manifestantes que participaron en la marcha para exigir justicia por el feminicidio de la joven Bianca Alexis fueron de armas de fuego y directas; nada de disparos al aire con balas de goma, afirmaron las primeras víctimas que presentaron sus denuncias ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo.

Julián Ramírez Olivares, uno de los afectados, aseguró que en la alcaldía fueron detenidas al menos nueve personas, “a las mujeres se las llevaron a la parte trasera del palacio y sólo escuchaba gritos de ‘sácame los dedos de ahí’”.

Entrevistado luego de presentar la querella en las instalaciones de la FGE, Ramírez Olivares relató que la noche del lunes acudió a la marcha porque Bianca Alexis era su alumna en una escuela particular.

Recordó que durante la movilización que realizaban frente al ayuntamiento, de los costados del edificio empezaron a salir policías accionando sus armas de fuego hacia todos lados. ¿Que dispararon hacia el cielo (dicen)? No habría aquí una compañera lesionada de bala si hubiera sido así.

Dijo que los uniformados iban directo contra los ciudadanos que estaban grabando y contra las mujeres, a quienes gritaban: ¡putas, pinches viejas, ahora sí van a aprender, para que no se manifiesten, para que no estén saliendo!, mientras golpeaban sus toletes contra todos los que corrían.

Afirmó que la Guardia Nacional tardó en reaccionar, pero cuando ingresó a la Plaza de la Reforma pensó que controlaría a los policías que golpeaban y disparaban, por ello regresó por otro de sus ex alumnos a quien estaban golpeando, y fue cuando lo agarraron y lo metieron a los bajos de la alcaldía, donde ya había otras siete mujeres.

Julián Ramírez declaró que a él lo golpearon a patadas y macanazos en los testículos pero que a las mujeres las llevaron a la parte trasera, donde estaba totalmente oscuro y sólo escuchaba los gritos de ¡deja de golpearme, sácame los dedos de ahí!, lo cual quedó asentado en las denuncias que interpusieron algunas víctimas.

La golpiza terminó cuando un representante de la Comisión de los Derechos Humanos entró al lugar; entonces los llevaron a las instalaciones de la FGE, luego a Seguridad Pública, donde finalmente fueron liberados por intervención de otro defensor de las garantías fundamentales.

En otra entrevista, la comunicadora Cecilia Solís, quien también presentó su denuncia formal, recordó que ella iba acompañada de su hija menor, quien le pidió que se alejara porque el ambiente se estaba poniendo tenso.

Alcanzó a grabar cuando los agentes golpeaban a mujeres tiradas en el piso; luego llegó otro grupo de uniformados y empezó a activar sus armas; ella corrió cuando sintió un impacto en la pierna. Fueron balas directas, eran directas a nosotras, porque los policías venían disparando de frente.

La única imagen que tengo, como se los he manifestado, es que cuando voltee vi que nos venían persiguiendo los policías y estaban disparando.

Indicó que en la Cruz Roja coincidió con el reportero Roberto Becerril y una joven manifestante; los tres tenían la misma trayectoria del impacto, hacia las piernas. En silla de ruedas, expuso que durante tres meses no podrá caminar bien.

Explicó que la presentación de la denuncia demoró más de lo normal porque volvió a sangrar la herida y tuvieron que llevarla con el médico.

Destacó que ya se activó todo el protocolo para la protección de periodistas, pero del gobierno estatal y municipal sólo ha recibido apoyo jurídico, pues todos los gastos van por su cuenta. Recordó su trayectoria de más de 25 años como reportera, sobre todo en la fuente policiaca, y jamás había visto una demostración de fuerza como ésta.