Sólo una burbuja sanitaria salvó el año de preparación de un centenar de jóvenes promesas del beisbol mexicano. A partir de hoy y durante un mes, los prospectos de Diablos Rojos y Guerreros de Oaxaca competirán en la Copa Juntos por México, impulsada por la Academia Alfredo Harp Helú, resguardados con un cerco sanitario en la Ciudad de México.

Ante el riesgo de frenar un año de desarrollo de jóvenes entre 15 y 21 años por la pandemia, la Academia propuso este proyecto que replica las experiencias de algunos torneos profesionales en Estados Unidos, para permitir que las promesas de la pelota caliente tengan una competencia en este 2020. Y también una oportunidad para que los visores de Grandes Ligas se acerquen al naciente talento mexicano, pues sin competencias en el año, no hubo condiciones para su seguimiento.

De lo contrario, sólo habrían jugado un mes en todo 2020, porque interrumpió la pandemia, algo que afecta su desarrollo, informa Jorge del Valle, director de la Academia; el nivel del torneo es muy alto, porque muchos jóvenes ya están firmados en Grandes Ligas, otros llevan un proceso muy adelantado para culminar en las filiales de las franquicias estadunidenses y otros participan en los equipos de la Liga Mexicana.

Listas las visorías

Los visores, armados con sus pistolas para registrar velocidades en millas y el ojo entrenado para detectar a figuras potenciales del beisbol, llegarán en representación de 26 de las 30 instituciones de Grandes Ligas. La esperan-za de muchos jóvenes será terminar con el título de la Copa y, de ser posible, con un contra-to en el máximo circuito del beisbol estadunidense.

Pueden salir sorpresas al final respecto a su futuro, pero lo más importante es que habría sido muy triste para su desarrollo perder un año de competencia, finaliza Del Valle.