Por medio de la constitución de un fideicomiso que contrata a un despacho jurídico relacionado con algún constructor y a personas que trabajan en dependencias de gobierno, han logrado consolidarse los grandes desarrollos inmobiliarios que no cumplen con la normatividad, modus operandi identificado por vecinos de Jardines del Pedregal para la construcción de la torre Anzaldo, de Asjufi.

Los vecinos indicaron que esa empresa, además de desarrolladores inmobiliarios, también operaba en el ámbito jurídico y de esa forma podía realizar litigios por medio de los vínculos que tenía en las diferentes instancias de gobierno que le informaban sobre las acciones que se emprendían en su contra para interponer recursos que permitían seguir con la construcción.

Esa forma de trabajar se repitió en diversos proyectos de otras alcaldías como Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón y Cuajimalpa, donde fueron identificadas la constitución de fideicomisos.

Los vecinos manifestaron que el poder del cártel inmobiliario se extendió sin control en la pasada administración por esa forma en la que estaban prevenidos.

Sin embargo, no tienen la certeza que la operación esté completamente erradicada; por ello, consideran que la estrategia jurídica del gobierno capitalino que permitió lograr la demolición fue buena.

Durante el juicio contra Asjufi Consultores Inmobiliarios, se cerró todo tipo de información para evitar fugas, ni siquiera a nosotros como vecinos nos informaron qué estaba haciendo, expresaron los residentes de Jardines del Pedregal.

Tras conocerse la negativa de la justicia federal a amparar a la inmobiliaria contra la demolición de la torre que se localiza a un costado de la presa Anzaldo, los colonos pidieron al gobierno seguir con los trabajos porque son los únicos que pueden hacer la demolición.

Una vez que se concluya con el derrumbe, dijeron que el terreno debe ser recuperado como área verde, donde podría quedar un parque para evitar que sea un foco de infección.