De cartas y gringos desinformados // Pemex-CFE, eje energético del país
un grupo de 43 legisladores gringos –demócratas y republicanos, igual de acelerados que de desinformados– se le ocurrió la brillante idea de pedir la intervención
del salvaje de la Casa Blanca para obligar
al presidente López Obrador a respetar
las reglas en la industria energética mexicana, porque, dice, la certidumbre y certeza de miles de millones de dólares en inversiones estadunidenses están amenazadas por acciones del gobierno
de la 4T orientadas a fortalecer a las empresas estatales de energía
, y aseguran que esa tendencia socava el espíritu y la letra del Tratado México-Estados Unidos-Canadá
(T-MEC).
¿En serio? De entrada, el presidente López Obrador respondió que a mí no me paga Repsol o Iberdrola, sino los mexicanos, y mi obligación es defender el interés público
, con la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos como eje de la política energética mexicana, en el entendido de que no se deben llamar a engaño quienes se aprovecharon de manera deshonesta en el periodo neoliberal; no vamos a violar ningún acuerdo, ningún contrato. Vamos, apegados al marco legal que se tenga, a dar preferencia tanto a la CFE como a Pemex, que son empresas públicas. Sin violar la ley, vamos a procurar que no estén subutilizadas
.
Por si hubiera duda, en la mañanera de ayer, el mandatario recordó su reciente gira por Coahuila, en donde constató que una planta de energía eléctrica (de la CFE) está subutilizada, tiene ocho generadores y apenas produce con uno; siete están parados por la política a favor de las empresas particulares que generan energía eléctrica y se la venden a precios elevados a la Comisión Federal de Electricidad
.
Por eso, dijo, “es un buen asunto, un buen debate el que se está iniciando sobre este tema, porque incluso legisladores de Estados Unidos, apoyando a las empresas particulares, dicen que el gobierno de México está fortaleciendo a la Comisión Federal de Electricidad. ¡Pues claro que sí!, ni modo que vamos a fortalecer a Iberdrola, como era antes. Estaban muy mal acostumbrados. (Por ejemplo), Iberdrola –trasnacional española– se llevó como directiva a la señora Georgina Kessel, secretaria de Energía (con El Borolas) y también contrató como miembro de su consejo de administración a Felipe Calderón (y algunos ex funcionarios más). Entonces, se quedaron mal acostumbrados. Nosotros tenemos que defender el interés público y los únicos negocios que deben importarnos son los públicos. Tenemos que defender a la Comisión Federal de Electricidad y a Pemex, no a las empresas particulares”.
Por cierto, antes de firmar cartas los desinformados legisladores gringos tendrían que documentar sus peticiones
, porque López Obrador se los explicó con peras y manzanas: cuando se suscribió el T-MEC, el capítulo de energía se limitó a dos párrafos que tienen que ver con el dominio de México sobre sus recursos naturales, lo que establece nuestra Constitución. Entonces, les aclaré esto porque el capítulo original del tratado era muy entreguista, comprometía al sector energético
(mexicano).
Las rebanadas del pastel
La ley obliga a la Secretaría del Trabajo a conciliar y equilibrar las relaciones entre los factores de la producción con estricto respeto a los principios de bilateralidad, legalidad, diálogo y transparencia
, pero parece que la actual titular no se ha enterado, porque en el caso del conflicto en Notimex Luisa María Alcalde (o su papá, conocido como El Padrino, quien lleva la batuta en esa dependencia del Ejecutivo y áreas relacionadas) lejos de acatar la norma se ha dedicado a chantajear, aplicar multas y amenazar con encarcelar a los directivos de la agencia informativa del Estado mexicano, mientras privilegia a una de las partes en pugna (¡asesorada por su progenitor!), con lo que garantiza que el encontronazo sea permanente y cada día más complicado. Entonces, dada la falta de resultados y para desfacer el entuerto no queda de otra que el presidente López Obrador elija a un verdadero moderador en la citada dependencia.