Madrid. Unos 356 millones de niños de todo el mundo, uno de cada seis a nivel global, vivían antes de la pandemia de coronavirus con menos de 1.90 dólares al día, el umbral en que los expertos sitúan la pobreza extrema, y la cifra podría empeorar de manera significativa por las restricciones socioeconómicas adoptadas en los últimos meses.

Así lo estiman el Banco Mundial y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un informe en el cual alertan que alrededor de la mitad de las personas con pobreza extrema en el mundo son niños, a pesar de que éstos representan una tercera parte de la población mundial. Casi 20 por ciento de los menores de cinco años que residen en países en desarrollo viven en hogares en esta situación.

Por regiones, África subsahariana es la zona más afectada y concentra dos terceras partes del total de niños en situación de extrema pobreza, mientras casi uno de cada cinco viven en el sur de Asia.

De hecho, pese a que a nivel global hay 29 millones menos de niños en extrema pobreza, en África subsahariana el dato ha pasado de 170 millones en 2013 a 234 millones en 2017.

Las situaciones de conflicto exacerban estas necesidades, ya que en los países en guerra se calcula que más de 40 por ciento de los menores viven en hogares con necesidades extremas, frente a 15 por ciento que los expertos estiman para otros países. Además, el informe constata que más de 70 por ciento de los niños que viven con menos de 1.90 dólares al día residen en hogares dependientes de la agricultura.

Carolina Sánchez-Páramo, directora de Pobreza e Igualdad del Banco Mundial, consideró de seria preocupación los datos que figuran en el informe, en la medida en que la pobreza extrema priva a cientos de millones de niños de alcanzar su potencial, tanto a nivel físico como de desarrollo, con las consecuencias que ello acarrea para la vida adulta.

Al albor de los perjucios económicos masivos provocados por la pandemia, es más crucial que nunca que los gobiernos apoyen los hogares pobres con hijos y reconstruyan su capital humano durante la recuperación, expresó.

Sanjay Wijesekera, director de Programas de Unicef, advirtió que si uno de cada seis niños vive en la extrema pobreza, significa que uno de cada seis lucha por sobrevivir. La pandemia, ha avisado, no hará sino que la situación sea mucho peor, por lo que ha pedido igualmente medidas urgentes a las autoridades de todo el mundo.

El Banco Mundial y Unicef aplaudieron que se hayan adoptado programas de protección durante esta crisis, pero también expresaron su preocupación si sólo se trata de medidas a corto plazo que no tengan en cuenta necesidades de futuro.

Plantearon la necesidad de avanzar en cuanto a sostenibilidad financiera, reformas institucionales y medidas de apoyo a las familias.