Chilpancingo, Gro., La detención en Estados Unidos del general Salvador Cienfuegos Zepeda “puede ayudar si se investiga a fondo el papel que jugó el Ejército Mexicano durante la guerra sucia (1969-1979) que se vivió en Guerrero y en el país, lo cual ocasionó la desaparición forzada de cientos de personas, pero también en las miles más que lamentablemente desaparecieron en nuestro país en los últimos años”, afirmó Tita Radilla Martínez, integrante de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedefam).

Entrevistada vía telefónica en el contexto de la jornada Octubre, mes internacional del detenido desaparecido, recordó que se tienen evidencias suficientes para investigar el papel del instituto armado; ahí están los casos de los generales Mario Arturo Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo, que tuvieron una participación activa en temas de violaciones a los derechos humanos.

La hija de Rosendo Radilla Pacheco, desaparecido en Atoyac de Álvarez, en la región de la Costa Grande de Guerrero por efectivos militares el 25 de agosto de 1974, insistió en que “existen evidencias claras de la participación de soldados en las desapariciones forzadas desde la guerra sucia hasta nuestros días”.

Agregó que la desaparición forzada en México no se ha evitado, al contrario, continúa día con día. Según datos oficiales son 66 mil personas en esa condición, pero son muchísimas más debido a que la gente tiene miedo de denunciarlos porque no confía en el Estado.

Dijo que esa cifra oficial no es real, es horroroso ver cómo en las redes sociales todos los días se denuncian casos de desaparición en gran parte del país.

Ayer por la mañana, en el zócalo de Atoyac de Álvarez, integrantes de la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México, de la Fedefam y del Frente Guerrero por Nuestros Desaparecidos, inauguraron una exposición con 250 fotografías de personas de quienes no se volvió a saber de ellas.