Semillas inadecuadas en regiones indígenas
Se señala que en abril de 2020, se aprobó la “Ley Federal para el Fomento y la Protección del Maíz Nativo, esa ley se refiere a limitar la entrada de maíz híbrido en las zonas donde hay maíz nativo” https://www.jornada.com.mx/2020/04/14/opinion/011a1pol. Y toda la huasteca y la sierra es una región con la mayor variedad de maíz nativo.
Hasta el año 2001, para introducir semillas como es este caso, a toda variedad, se le exigía que fuese evaluada, en tres ciclos homólogos y que expresara rendimientos favorables, respecto a los testigos regionales y no presentara susceptibilidad e incidencia de enfermedades graves. Así se podía recomendar un híbrido en alguna localidad, región, condición, etcétera, lo que se concentraba en el “Boletín de Variedades Recomendadas” (BVR), que incluía para todo México: estado, región, ciclo agrícola, condición de humedad, variedades recomendadas, densidad de población, fechas de siembra. Todo ello era coordinado por el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), de la SAGARPA. De esta manera había certidumbre de la movilización y siembra de las mejores variedades y semillas, además de limitar la proliferación de enfermedades que representan riesgos graves en la agricultura en México http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-09342014000200010.
La eliminación de ese BVR ocurrió por las presiones de las corporaciones de semillas y funcionarios neoliberales que desde el Sistema Nacional de Semillas, promovían la liberalización de controles, a partir del año 2001, y después con la Ley Federal Producción, Comercialización y Certificación de Semillas (LFPCCS), publicada en 2007, cabildeada por las corporaciones. Con esta ley se formalizó que toda semilla podía comercializarse libremente, con etiquetas de SNICS, en categorías, certificada, habilitada, o declarada, debiendo poseer la etiqueta de artículo 33, donde se anota información de la semilla que se comercializa, lugar de producción, variedad, adaptación y otras características colocadas por quienes ponen en circulación la semilla http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LFPCCS_110518.pdf. Esto permite que las empresas privadas difundan y hagan lo que ocurre ahora. Aun cuando cumplan con la LFPCCS y esas semillas tengan en los sacos la etiqueta del artículo 33, sería muy grave que, por sembrar híbridos sin previo conocimiento de su desempeño, fuesen foco de difusión de alguna enfermedad, como podría ser carbón de espiga, mancha de asfalto, tizón, achaparramiento, mildew, pudrición de mazorca, etcétera, por lo que conviene que intervengan autoridades competentes y pongan orden a lo que está ocurriendo. Esos híbridos deberían evaluarse en su adaptación, productividad y tolerancia a enfermedades. Además de verificarse que no tengan eventos transgénicos, por lo que conviene que la autoridad competente revise este tema. Tampoco se llevaron a cabo consultas libres, previas e informadas a los pueblos originarios de esa región si están de acuerdo en recibir esas semillas, lo que agrede los usos y costumbres, así como los derechos de los indígenas.
No hay duda de que la LFPCCS requiere modificaciones, ante los cambios en la política agropecuaria del gobierno actual, respecto a quienes promovieron la cancelación del BVR y otras medidas. Recientemente el SNICS publicó el Boletín Informativo de Producción de Semilla Calificada por el SNICS 2020 Vol. 1, que incluye información sobre producción, organismos productores, cultivos, variedades, superficie inscrita y cosechada de semilla en las Categorías Certificada y Habilitada a nivel nacional, entidad federativa y región https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/544141/Boletin_2020-web.pdf, sin embargo, sería importante incorporar la información que tenía el BVR.
En 2010, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa se firmó el proyecto MasAgro (Modernización sustentable de la agricultura tradicional), llevado a cabo por el Cimmyt (Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo), y la Sagarpa (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación). Tenía como objetivo central, incrementar la producción y rendimiento nacional de maíz de temporal en la agricultura tradicional de México. Sin embargo, no cumplió con las expectativas, lo que propició la pérdida de diez años en la carrera entre el crecimiento de la población y el de la producción de maíz. El Cimmyt anunció el inicio bajo su liderazgo, de la segunda Revolución Verde en México, capacitaría y certificaría a cuerpos profesionales, técnicos y a productores en la dosificación y aplicación de agroquímicos requeridos en la Agricultura de Conservación; avanzaría en la organización de pequeñas empresas regionales productoras de las semillas mejoradas, para desplazar 1.5 a 3 millones de hectáreas, a las razas nativas de maíz, por híbridos. El mercado estaría creado. México sería despojado limpiamente y desde dentro, de gran parte de la biodiversidad de su maíz nativo junto con sus propiedades organolépticas y nutracéuticas, su riqueza biocultural en platillos, guisos, comidas, incomparables, así como la autoproducción de sus semillas, némesis de un mercado oligopólico de semillas https://www.jornada.com.mx/2017/11/18/opinion/016a2pol. Afortunadamente lo anterior no se logró, pero ahora promueven el programa "Maíz para México: Plan Estratégico Maíz 2030” que cuenta con el respaldo de SADER. La continuidad de la estrategia en semillas de este programa es seguir con Masagro, con la incorporación de otros conceptos, que implicaría la dedicación de otros diez años, en una apuesta riesgosa, durante el presente sexenio. Conviene que sea revisado por pares y se valore realmente con elementos que analicen hacia donde conviene a México avanzar http://masagro.mx/es/?limitstart=0, lo que obliga a revisar con detalle lo que ocurrió en el pasado para que no se repita la experiencia http://www.scielo.org.mx/pdf/remexca/v5n8/v5n8a16.pdf y http://www.jornada.unam.mx/2017/11/18/politica/016a2pol.
Es urgente aprovechar las instituciones nacionales y la tecnología generada en variedades de maíz, privilegiando la diversidad genética y uso especializado de tipos de variedades para fortalecer la alimentación de los mexicanos. •