El Servicio de Administración Tributaria (SAT) tiene identificados adeudos por 848 mil 155 millones de pesos –que equivalen a 4.26 por ciento del producto interno bruto (PIB)–, de los cuales seis de cada 10 pesos están paralizados en juicios, exponen datos oficiales.

A mitad de 2020, los adeudos por cobrar reconocidos en la cartera del órgano desconcentrado de Hacienda sumaron el mayor monto en 10 años.

Sin embargo, sólo 232 mil 295 millones de pesos, que están clasificados por el organismo como factibles de cobro, representan 27.4 por ciento de los recursos que no han entrado al fisco. En proporción del PIB equivalen a 1.17 por ciento.

Según los datos del SAT, a junio pasado el monto de recursos bajo juicio sumaba 491 mil 325 millones de pesos, equivalentes a 57.9 por ciento de los recursos que el órgano tiene identificados como adeudos y una suma que representa 2.47 por ciento del PIB.

Además, entre los recursos que se reconoce que existe poca posibilidad de cobrar hay 124 mil 534 millones, 14.7 por ciento de la cartera del SAT.

De acuerdo con el organismo, la mayoría de los recursos que se le adeudan tienen de rezago entre uno y tres años. En este plazo se concentran 40 por ciento de los impagos. De tres a cinco años está 17.3 por ciento de la cartera y de más de 5 años hay recursos que equivalen a 14.19 por ciento.

Menores a un año y que se pueden atribuir del todo a lo incorporado en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el rezago es de 28.51 por ciento.

De éstos, se espera recuperar 90 mil 701 millones de pesos; en juicio hay 106 mil 842 millones y 44 mil 301 millones son recursos para los que las probabilidades de recuperación son pocas.

En medio de la crisis agudizada por la pandemia de Covid-19, la política fiscal del gobierno federal se ha centrado en aumentar la eficiencia recaudatoria. Ello va desde más actos de fiscalización, que incluyen visitan domiciliarias, revisiones de gabinete y auditoría masivas, y lo más mediático, cobrar a los grandes contribuyentes.

Así, los ingresos tributarios –que recauda el SAT– han caído 0.5 en términos reales de enero a agosto de este año, mientras la actividad económica promedió una reducción 20 veces más amplia en el acumulado de la primera mitad del año, como informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.