Guadalajara, Jal., Por primera vez desde su fundación, en 1987, la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara no se realizará de manera presencial, aunque sus actividades serán transmitidas de manera virtual, pese a que eso generará un déficit de entre 24 y 28 millones de pesos que, según el presidente del comité organizador, Raúl Padilla López, serán repuestos en las siguientes dos o tres ediciones.

Padilla explicó que la decisión fue tomada debido al panorama aún incierto producto de la pandemia por Covid-19, las restricciones que existen para viajes internacionales y la convicción de que no se puede poner en riesgo la salud del público, invitados y expositores, en una feria a la que el año pasado acudieron al menos 888 mil personas durante los nueve días que se mantuvo abierta.

La recomendación de la sala de situación, el análisis de datos y las restricciones para actos masivos y viajes internacionales y, sobre todo, proteger la salud de socios, visitantes, participantes y expositores, nos obliga a trasladar, únicamente por este año, los contenidos al ámbito virtual, informó Padilla López.

Así, la edición 34 de la FIL, que se realizará entre el 28 de noviembre y 6 de diciembre, será especial, ya que no habrá país invitado de honor y en la cual la entrega de premios, como el FIL de Literaturas en Lenguas Romance, que este año fue adjudicado a la portuguesa Lídia Jorge, también se entregarán en ceremonias virtuales con la esperanza de que los ganadores regresen en 2021, señaló la directora de la feria, Marisol Schulz.

Lo que definitivamente quedó cancelado fue la presencia del emirato árabe de Sharjah como país invitado de honor, el cual retomará su visita a la FIL en 2022 –en fecha próxima se anunciará qué nación será la invitada de honor en 2021–; además, los homenajes programados a diversos escritores tampoco se realizarán este año.

Padilla López negó que la cancelación de cámaras de las industrias editoriales de países europeos, especialmente la de España, hubieran influido para tomar la decisión de cancelar la FIL presencial, pues, con el apoyo de la industria editorial mexicana se tenía cubierto casi 50 por ciento de la superficie de exhibición rentada, lo cual representa el ingreso mayor y hace que la feria sea autofinanciable.

Solidaridad de patrocinadores locales

“Como no se podrá realizar el encuentro, no tendremos los principales ingresos, porque no habrá renta de espacios, pero la solidaridad de nuestros patrocinadores –a excepción del gobierno federal, del que este año no tendremos un solo centavo por la política de recortes–, pero a todos los auspiciadores locales, mi reconocimiento a su solidaridad”, refirió.

Padilla afirmó que esa solidaridad permitió que el déficit no sea mayor, y dijo que se espera que en las siguientes dos o tres ediciones se recupere la disminución de ingresos, luego de que la FIL generaba excedentes de 10 a 15 millones de pesos anuales, mismos que se dedicaban a diversas actividades de la misma operadora de la feria promovida por la Universidad de Guadalajara (UdeG).

También afirmó que ante la cancelación de la feria presencial, la FIL comenzó a regresar el dinero de los apartados y hasta depósitos completos que muchas editoriales habían hecho para asegurar su lugar en el área expositora.

Juan Luis Arzoz Arbide, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, también presente en la rueda de prensa virtual realizada para dar a conocer la decisión, informó que este año el sector editorial del país ha dejado de vender hasta 30 por ciento de lo normal, por lo cual cancelar la feria de Guadalajara de forma presencial sí es un fuerte golpe añadido.

El rector de la UdeG, Ricardo Villanueva, anunció que este año, así como los dos siguientes, la casa de estudios aumentará la compra consolidada de libros para contribuir a la permanencia de la industria editorial, además de que promocionará esa iniciativa entre otras universidades públicas del país.

No será fácil; los pasados tres años hubo cero aumento presupuestal, pero es momento de hacer esfuerzos para fortalecer las compras de libros y ayudar a ese 30 por ciento que ha perdido la industria editorial, explicó.

Se anunció que a finales de este mes de octubre se dará a conocer el programa general de la FIL.

Por lo pronto, los sitios web de la feria y sus redes sociales, así como el Canal 44 de televisión abierta perteneciente a la UdeG, serán parte de las vías por las cuales se transmitirán los actos, que no sólo incluirán literatura, sino arte, humanidades, ciencia y tecnología, como ha sido la constante.