Jueves 24 de septiembre de 2020, p. 15
En México, hasta 630 mil estudiantes universitarios podrían desertar a raíz de la pandemia de Covid-19, y en la Universidad Nacional Autónoma de México se estima que 72 mil alumnos están en riesgo de abandonar sus estudios, de acuerdo con especialistas universitarios.
En el coloquio La universidad y su futuro. Una mirada desde 2020, académicos del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (Iisue) y de El Colegio de México advirtieron que las políticas de apoyo a los estudiantes implementadas por las instituciones para prevenir la deserción son importantes, pero que lo urgente es una política de Estado para atender el problema.
Marion Lloyd, investigadora del Iisue, planteó que estimaciones hechas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indican que alrededor de 590 mil de los 3.8 millones de estudiantes de licenciatura que hay en el país podrían abandonar sus estudios, lo mismo que cerca de 40 mil de los 248 mil estudiantes de posgrado de México. Esto equivale a 15 por ciento de todos los alumnos universitarios del país
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Además, cifras de la Secretaría General de la UNAM indican que cerca de 72 mil de sus 360 mil estudiantes están en riesgo de desertar.
Esto evidencia la urgencia de medidas para enfrentar esta situación, porque sabemos que muchas veces los alumnos que abandonan la universidad nunca regresan
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La académica señaló que se requieren medidas como la ampliación del acceso a Internet de los estudiantes para enfrentar la brecha digital y que se provea de paquetes de datos gratuitos para que puedan seguir las clases en línea. También consideró necesario un programa de distribución de tablets y computadoras para estudiantes.
México está muy atrasado en este sentido. En la región de América Latina y el Caribe hay ocho países con programas a este respecto, mientras que en México lo que se ha visto son más bien iniciativas del sector privado y de particulares, cuando realmente debe ser una política de Estado que el gobierno debe tomar como algo urgente
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Añadió que se requiere que las instituciones y los docentes tengan contacto personal con los estudiantes que han abandonado la escuela y flexibilizar su currícula y la impartición de clases.
Gran parte del abandono escolar ha sido por el estrés, por no saber enfrentar la situación en casa, las dinámicas sicológicas en el hogar. Hace falta un programa de apoyo emocional para los estudiantes. Creo que como maestros no sólo tenemos que vernos como quienes imparten conocimientos, sino que tenemos que fungir de alguna manera como terapeutas o trabajadores sociales
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Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, señaló que esta emergencia sanitaria ha dejado al descubierto que para enseñar se requiere un título, pero no comprobar que se dominan los métodos pedagógicos. “Nos hemos visto –los docentes– a raíz de la pandemia, haciendo lo que Paulo Freire llamaría una educación bancaria, que ya hacíamos, porque hemos supuesto en las universidades que enseñar es una cosa muy sencilla”.