Escuinapa, Sin., Ejidatarios y parceleros de Mazatlán, Rosario y Escuinapa, quienes desde enero mantienen ocupada la caseta de peaje Rosario de la autopista Tepic-Mazatlán para exigir compensación por los daños causados a 21 ejidos por la construcción de esa vía desde 2003, pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador atienda sus peticiones antes de desalojarlos, como advirtió el mandatario el pasado lunes.

La abogada de los campesinos, Julieta Lizárraga López, externó la preocupación de sus representados ante la posibilidad de que sean agredidos, pues sólo buscan indemnización y obras para sus pueblos. Por ello, pidieron al presidente un diálogo antes de que envíe a la Guardia Nacional.

Los labriegos reclaman pago justo por sus tierras, pues aseguraron que la vía pasa por 270.8 kilómetros que aún les pertenecen y no a la concesionaria del grupo Promotora Inbursa SA de CV. También demandan que se concluyan los puentes porque sus tierras quedaron divididas; que se hagan caminos sacacosechas y obras hidráulicas, debido a que sus cultivos se inundan.

SCT hizo lo que quiso

En un recorrido realizado por las parcelas de Escuinapa, un grupo de labriegos aseguró que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) hizo lo que quiso porque no hay entradas para las parcelas, no hay desagües y lo poco que se cultiva se pierde por las inundaciones.

Eliceo Ibarra, del ejido Copales, mostró un escrito dirigido a López Obrador, en el cual le un justo pago por sus pedios, y no 1.50 pesos por metro, lo que pagaron a algunos.

Jesús Salvador Romero, representante del ejido Copales de Escuinapa y Luis Ricardo Velarde, presidente del comisariado ejidal de San Francisquito, Mazatlán, afirmaron que llevan años solicitando les paguen la tierra a valor comercial y a precios actualizados.

Petra Rivera, otra ejidataria, relató que sus tierras fueron divididas por la carretera y no puede sembrar más de dos hectáreas porque una alcantarilla inunda su predio y forma una laguna.

En el ejido la Campana, Dolores Tejeda mencionó que dejaron un puente inconcluso y perjudicaron a los pescadores al cerrarles los caminos para sacar pescado o camarón.