Pese a la existencia de seis cámaras de circuito cerrado en el Palacio de Justicia de Iguala, la noche del 26 de septiembre de 2014 esos dispositivos estaban supuestamente averiados, lo que ha cortado uno de los hilos que conducía a la verdad sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, señalaron los familiares de las víctimas.

A través de un comunicado, los padres y madres de los estudiantes recordaron que las mencionadas cámaras habrían captado la actuación de los diversos cuerpos policiacos que llegaron al sitio para detener con exceso de violencia el autobús 1531 de la línea Estrella Blanca, donde viajaban entre 15 y 20 jóvenes.

Según peritajes de expertos independientes, las cámaras tenían un radio de acción que les permitió consignar toda la violencia desplegada contra los estudiantes y la identidad de los perpetradores; sin embargo, los videos que se generaron por el sistema de circuito cerrado no existen, denunciaron los familiares de los normalistas agredidos.

Aparatos descompuestos

De acuerdo con el posicionamiento de los padres, trabajadores técnicos y autoridades del Poder Judicial del estado de Guerrero habrían intentado hacer un respaldo de lo captado por los dispositivos de video, pero éstos se encontraban descompuestos.

Sin embargo, dijeron, en la investigación sobre el caso existe evidencia de que otras personas habrían ingresado vía remota y de forma extraoficial al circuito cerrado de vigilancia para extraer información de los equipos de video, que en realidad sí habrían grabado, pero sin que hasta la fecha ese material se conozca.

Se desconoce si el Tribunal Superior de Justicia de Guerrero inició acciones legales contra los servidores públicos implicados en la pérdida de los referidos videos. El Congreso guerrerense conformó el año pasado una comisión para que investigara estos hechos, (pero) a la fecha se desconocen los avances que tenga al respecto, lamentaron los padres.

Los videos captados en el Palacio de Justicia son una prueba fundamental que puede dar cuenta de cómo fueron agredidos los estudiantes, hacia dónde fueron llevados y quiénes son los autores de este crimen, razón por la cual es menester dilucidar dónde está esta evidencia toral para el esclarecimiento o, en su caso, qué acciones legales han emprendido las autoridades contra quienes manipularon y destruyeron tales pruebas, enfatizaron.