En los pasados 24 años –de enero de 1997 a julio de 2020— se denunciaron ante las autoridades 23 mil 640 secuestros, de acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp). En los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto se cometió el mayor porcentaje de plagios del último cuarto de siglo: 60.7 por ciento.

En esas administraciones, en 2013 y 2018 se registró la incidencia anual más alta de casos, con mil 699 y mil 677, respectivamente.

Informes oficiales señalan que en esta administración a nivel nacional, el delito de secuestro se redujo en 29.4 por ciento, pasando de mil 707 víctimas, en el periodo de agosto de 2018 a julio de 2019, a mil 205 de agosto de 2019 a julio de 2020.

Funcionarios federales señalaron que el inicio de las grandes bandas de secuestradores se dio en 1981 en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México, donde coincidieron delincuentes como Andrés Caletri (lugarteniente del asaltabancos Alfredo Ríos Galeana), José Bernabé Cortés, El Marino; Modesto Vivas Urzúa, La Víbora, y José Luis Canchola.

Las bandas más organizadas operaron entre 1984 y 2000, en ese lapso las víctimas eran principalmente empresarios y políticos, porque les generaban ganancias millonarias.

En la actualidad, muchas veces los grupos delictivos convierten en sus víctimas a personas de bajos ingresos, de oportunidad para obtener miles o cientos de pesos, y se ha pasado de la privación ilegal de la libertad de manera física (con sometimiento y vigilancia por parte de los plagiarios) a casos en los que el delito se comete de manera virtual, cuando las víctimas son obligadas a permanecer en hoteles y a entregar dinero a través de sus familiares, siguiendo órdenes que se les dan vía telefónica, señalan funcionarios entrevistados.

Los registros del Sesnsp señalan que en los últimos cuatro años del gobierno de Ernesto Zedillo (1997-2000), cuando operaban bandas como las de los hermanos Daniel y Aurelio Arizmendi (Los Mochaorejas), Los Canchola, el grupo de Caletri, y surgen grupos como el que dirigía Marcos Mancera Gancedo, El Coronel, se contabilizaron 2 mil 962 casos.

Durante el gobierno del panista Vicente Fox se abrieron 2 mil 675 expedientes por casos de secuestro, teniendo 2006 como el año más álgido, época en la que Genaro García Luna se desempeñó como titular de la Agencia Federal de Investigación y algunos de los comandantes cercanos a él fueron señalados de proteger a grupos de secuestradores.

En la administración de Felipe Calderón (2006-2012) se iniciaron 6 mil 584 averiguaciones previas en el país por casos de secuestro, lo que derivó en múltiples manifestaciones en las que grupos ciudadanos exigieron seguridad ante el incremento de este delito, ya que los cárteles de las drogas como Los Zetas también comenzaron a realizar este tipo de ilícitos.

En esa gestión se cometieron secuestros de alto impacto como el de Silvia Vargas Escalera en septiembre de 2007, hija del ex titular de la Comisión Nacional del Deporte, Nelson Vargas; de Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí, en junio de 2008, y del panista Diego Fernández de Cevallos, quien permaneció siete meses en manos de sus captores.

A este último se suma el del empresario Eduardo García Valseca, quien permaneció secuestrado del 13 de junio de 2007 al 24 de enero de 2008. En ambos casos se ha considerado que fueron privados de la libertad por la que las autoridades consideran la última gran banda que operó en el país y que era encabezada por el chileno Raúl Julio Escobar Poblete, El Comandante Emilio, capturado en mayo de 2017.