El Consejo Nacional del PRD eligió ayer a Jesús Zambrano presidente de esa fuerza política para un periodo de tres años, con lo cual la corriente Nueva Izquierda (conocida como Los Chuchos) mantiene el control del partido.

Con esta determinación, que se tomó en una sesión virtual, el ex diputado regresa a la dirigencia nacional que ocupó de 2011 a 2014, y lo hace de la mano de Adriana Díaz, quien será la secretaria general y es integrante de Alternativa Democrática Nacional (ADN), otra de las principales expresiones del agonizante instituto político.

Identificado como uno de los dos principales dirigentes de NI, Zambrano tendrá la responsabilidad de mantener el registro del PRD como partido nacional en los comicios federales del próximo año. Nueva Izquierda ha sido señalada por ex integrantes del PRD como la principal responsable del declive de esta fuerza política, si bien reconocen que no es la única culpable.

Las otras corrientes y sus continuas pugnas por cargos internos, candidaturas y hasta por la interlocución con el gobierno en turno, también han provocado la constante salida de militantes, incluidos el fundador Cuauhtémoc Cárdenas y el ex dirigente Andrés Manuel López Obrador, así como la pérdida de espacios de poder y el distanciamiento de la ciudadanía.

Zambrano y Díaz se harán cargo de la fuerza política luego de que por casi dos años tuvo una dirigencia colegiada extraordinaria integrada por representantes de cinco corrientes.

En la sesión virtual del consejo también nombraron a los integrantes de la mesa directiva del sol azteca y a los miembros del Comité Ejecutivo Nacional. Destaca el caso de Camerino Márquez, quien deja la representación del PRD ante el INE para ocupar la Secretaría de Organización.

En 2018, el PRD tuvo una votación de 5 por ciento, la mitad de lo que había logrado tres años antes.

Reitera papel opositor del sol azteca hacia AMLO

Tras rendir protesta como presidente del Partido de la Revolución Democrática, Zambrano ratificó el papel de este partido como fuerza opositora al gobierno de López Obrador, al que calificó de autoritario y que aplica un combate selectivo de la corrupción.

Además de trabajar por el fortalecimiento interno del PRD y lograr una votación de dos dígitos en los comicios del próximo año, señaló que el objetivo prioritario es, junto a otras fuerzas políticas y organizaciones sociales, ganar la mayoría de la Cámara de Diputados.

También estableció como uno de sus principales propósitos el de volver a ganar la gubernatura de Michoacán.