Lo mejor nace de las mezclas, de los mestizajes. Jonathan Bum Bum López está convencido de que las combinaciones derivan en sofisticación y mejora en todo sentido. Nació en Junquito, Humacao, Puerto Rico, pero se mudó a Culiacán, Sinaloa, para combinar dos estilos de boxeo antagónicos.

Una rivalidad que ha dado momentos históricos al boxeo mundial, resalta; pero ojo, una rivalidad deportiva, porque como gente somos muy cálida y hay aprecio. En todo este tiempo me recuerdan los grandes combates entre boricuas y mexicanos, pero siempre se siente el cariño de nuestros pueblos.

Bum Bum dice que el estilo de su país tiende a la técnica y la distancia, mientras el mexicano es de una guerra: matar o morir. Piensa en Félix Trinidad y Miguel Cotto como su herencia boricua, admira a Julio César Chávez y Salvador Sánchez como aspiración de lo que quiere absorber de esta tradición de boxeo.

Lo que quiero es combinar esos estilos y convertirme en una bomba, resume; quiero ser lo mejor de dos formas de entender el boxeo. Por ahora soy una bomba de tiempo mientras adapto ese estilo guerrero de los mexicanos, pero cuando estalle voy a dar de qué hablar.

No sabe cuánto tiempo más estará en México, pero piensa que incluso puede quedarse a vivir de forma definitiva. No hay nostalgias de arraigo ni de culturas de origen. Si acaso extraña el barrio donde nació y vivió toda su vida, Junquito, pero sólo por la gente.

Hoy, en su terruño dice que existe una efervescencia creativa en las calles con abundantes jóvenes haciendo trap ese estilo de música que hace rimas a ritmo lento y quiere ser el primer campeón salido de ahí.

No extraño mi tierra ni la comida, porque si algo me gusta es abrirme a lo diferente; por eso estoy acá aprendiendo otro tipo de boxeo. Lo que sí quiero es que cuando se escuche mi nombre también se mencione Junquito, mi barrio, de donde seré el primer campeón del mundo, concluye.