El torneo supera los escollos
Domingo 23 de agosto de 2020, p. a10
Lisboa. Una Liga de Campeones anormal, como este tiempo que fluye, llegará por fin a su clímax. Tras una suspensión sin precedente de la competencia, cambios forzados por la pandemia de coronavirus y la sustitución de sede de la final, se disputará el título 425 días después de que se jugó el primer partido.
O París Saint-Germain se lleva la Orejona por primera vez en su historia o Bayern Múnich lo hará por sexta ocasión. Y apenas unos pocos centenares de personas, incluyendo a los futbolistas y árbitros, podrán estar presentes en la final, que se realiza en Lisboa hasta agosto, en lugar de Estambul en mayo, como estaba programado.
Nunca antes se ha disputado una copa europea en un ambiente tan vacío. Ausentes están las usuales congregaciones de decenas de miles de hinchas en la ciudad anfitriona. Solamente el gran trofeo en Rossio –la principal plaza de Lisboa– indica que el mayor partido del futbol de clubes en el mundo se celebra en la capital portuguesa.
Alrededor del estadio del Benfica no hay un solo cartel sobre este duelo que centenares de millones de personas verán por televisión el domingo.
La inusual atmósfera en esta final número 65 de la Champions no restará importancia a la magnitud de la ocasión para los dos equipos. Por primera vez desde 1998, es un duelo entre dos planteles que se clasificaron como campeones de sus ligas.
Celebrando el aniversario 50 de su fundación –tras la fusión de clubes parisienses– el PSG es más joven que la copa. Convertirse en monarcas sería el cumplimiento de una jornada de nueve años de cuantiosas inversiones desde que el estado de Qatar compró el club.
Serán los 90 minutos más importantes de nuestras vidas como futbolistas y de la historia del equipo
, dijo Marco Verratti, quien ha estado ocho años en el PSG.
Más de mil millones de dólares de inversiones –incluyendo los 222 millones de euros para firmar a Neymar en 2017– han convertido al PSG en una fuerza tan dominante en Francia que las temporadas allí se han vuelto una procesión. Siete de los últimos ocho títulos de la liga han sido capturados por el club y cuatro de las últimas seis campañas han terminado con dobletes.
En el otro lado, desde que ganó la Champions por quinta ocasión en 2013, Bayern ha perdido cuatro semifinales, dos ocasiones contra el Real Madrid, una ante Atlético de Madrid y otra frente al Barcelona.
Fundado en 1900, Bayern se estableció como un superclub mucho antes de que estados comenzaran a invertir en el futbol. Mientras el PSG es una extensión del poder del emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, en Bayern los hinchas controlan el equipo por medio de un masivo sistema de membresías.
Pero una cuarta parte de las operaciones son propiedad de Adidas, la aseguradora Allianz y el fabricante de autos Audi. El patrocinio de Qatar Airways desde 2018 ha atraído críticas de activistas por aceptar financiamiento de una nación que no respeta derechos de migrantes.