Sin aumentar el personal general que contrata, el sector manufacturero reportó un incremento de 17.8 por ciento de las horas trabajadas por obreros y empleados durante junio pasado. Ello, al comparar con mayo de este año.

De acuerdo con información reportada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), subió 0.1 por ciento la contratación de obreros y, con ello, las horas laboradas por éstos aumentó 20.6 por ciento en un mes. Mientras, los salarios que les pagan crecieron 2.3.

El organismo explicó que, en el caso de los empleados, el personal ocupado cayó 0.4 por ciento, las horas de trabajo cubiertas por ellos se incrementaron 12.8 y sus remuneraciones 1.6, también respecto de mayo anterior y en cifras desestacionalizadas.

En junio se inició la reapertura gradual de las actividades esenciales, entre ellas algunas manufacturas que no fueron contempladas en el primer paquete de sectores sustanciales dictado por el organismo, lo que sumó al incremento mensual del trabajo realizado en ese sector.

No obstante, respecto de junio del año pasado, el personal ocupado cayó 5.7 por ciento. Con ello, las horas trabajadas registraron una baja de 14.3 y las remuneraciones medias que se pagan a los empleados del sector fueron 1.5 menores.

La contratación

Por tipo de contratación, en los obreros restó 6.2 por ciento el personal ocupado y, a su vez, las horas trabajadas cayeron 15 por ciento y los salarios 2.6.

En el caso de los empleados se redujo 3.7 por ciento el personal ocupado, las horas laboradas cayeron 13.2 y los sueldos 2.1.

Con cifras originales –que no eliminan las variaciones de calendario en la comparación–, el Inegi reportó que entre las industrias que más bajas han tenido en sus horas de producción como parte de la contingencia sanitaria se encuentran la fabricación de insumos y acabado de textiles, que en junio registró una caída anual de 45.2 por ciento.

También destacan el curtido y acabado de cuero y piel, así como la fabricación de productos de cuero, piel y materiales similares, con un reducción de 43.8 por ciento; la fabricación de prendas de vestir, 36.4; la de productos textiles, excepto prendas de vestir, 25.2, y la industria de la madera, 23.1.