La Asociación Mexicana de Productores de Bioinsumos, la Campaña Nacional sin Maíz no hay País y la Central Campesina Cardenista (CCC) expresaron su rechazo al uso del herbicida glifosato por los efectos en la salud humana y el medio ambiente.

La representación de los fabricantes de bioinsumos expresó su preocupación porque se haya intentado suavizar las disposiciones y prohibiciones al uso del glifosato, por parte del titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, apoyando de este modo a la industria de los agrotóxicos.

La asociación expuso que la salud es primero, pues está científica y empíricamente probado que el glifosato es cancerígeno, contamina mantos freáticos y ocasiona que tomemos agua no potable. Existen en muchos países estudios acerca del daño que ocasiona este herbicida, y en México tenemos evidencias.

En 2016, en Hopelchen, Campeche, se estudiaron muestras de orina y sangre de habitantes, y el resultado arrojó residuos de glifosato en 99 por ciento de los casos. También en Jalisco, en El Mentidero, municipio de Autlán, se detectó el agrotóxico en orina de niños, indicó Jesús Simón Zamora.

Un integrante de la Campaña sin Maíz no hay País declaró que es indispensable que se prohiba su uso en México, tal como lo ha estipulado la Semarnat para asegurar la salud humana y ambiental. Así, se cumplirá además la recomendación 82/2018 emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, promovida por Greenpeace junto con más de 40 personas, que insta a atender la mala gestión de plaguicidas en el agro nacional.