El canciller Marcelo Ebrard sostuvo que fue un éxito de la política exterior del país que instancias internacionales calificaran como un acto terrorista el ataque de hace un año en un Walmart en Texas, donde murieron nueve mexicanos y siete más resultaron heridos. Aseveró que se trató de un crimen basado en creencias supremacistas y odio racial, no olvidamos.

El 3 de agosto de 2019, Patrick Wood Crusius, de 21 años, originario de Allen, abrió fuego contra personas que se encontraban en el centro comercial, donde mató a 23 personas. Enfrenta dos procesos judiciales, uno a nivel estatal y otro federal, éste se prevé que comience el primero de octubre de 2021.

Durante el foro virtual sobre Supremacismo, discriminación racial y discursos de odio, el canciller mencionó que ante estos hechos se seguirá trabajando en el ámbito cultural y político, vamos en una disputa por la narrativa de lo que sigue en el mundo. La pandemia ha sido una gran tragedia, para México ha sido muy doloroso lo que estamos viviendo, pero el mundo pospandemia puede ser una oportunidad para construir algo diferente.

Avanzar del rencor

Agregó que en el futuro se quiere ir hacia adelante, ¿quién va a vencer? ¿la idea del mundo basado en el odio y la fuerza o los valores asociados al humanismo, al multilateralismo, al respeto a los derechos y el cuidado de la dignidad de la persona humana? No olvidamos, no por querer estar en el rencor, sino porque cuando un pueblo olvida el futuro se pone en peligro.

Durante su intervención, Ebrard recordó que cuando ocurrió el ataque en Texas se mencionó que había sido un hecho aislado y lo había hecho un loco, por lo que consideró como un gran paso que se clasificara como un acto terrorista equivalente a lo ocurrido en otras partes del mundo en contra de comunidades. A estos casos debe aplicarse otro estatus jurídico y otro tipo de responsabilidad o corresponsabilidad en los gobiernos del mundo, indicó.

La propuesta de los grupos supremacistas es el genocidio, es decir, acabar con una comunidad por su origen, por su identidad étnica, o por su cultura y su lengua, es una gran batalla que tenemos que dar en todos los ámbitos multilaterales, resaltó el canciller.