Monterrey, NL., Con el fin de garantizar que el Estado continúe con la búsqueda de los responsables de la desaparición forzada de Brenda Damaris González Solís, ocurrida hace nueve años, el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (Fundenl) presentó el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Por primera vez en su historia, el colectivo, acompañado por abogadas de la Clínica de interés público contra la trata de personas del Instituto Tecnológico Autónomo de Monterrey (ITAM), presentó el caso ante la CIDH, con el objetivo de denunciar irregularidades en la investigación, localización e identificación de los restos de Brenda Damaris, desaparecida el 31 de julio de 2011 en el municipio de Santa Catarina.

Leticia Hidalgo, iniciadora de las Fundenl, dijo que las autoridades declararon el no ejercicio de la acción penal debido a que ya no cuentan con elementos para determinar a los culpables de la desaparición y asesinato de la joven.

Con esta nueva medida se espera que la misma CIDH envíe una recomendación al Estado mexicano y a la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León para obligarles a continuar con la investigación.

Esperamos que este paso en el caso de Brenda Damaris marque un precedente y un camino en que más casos puedan llegar a instancias internacionales y obtengan justicia, dijo Hidalgo.

“El 31 de julio de 2011, tras sufrir un percance vial, Brenda Damaris González Solís se comunicó con su familia para informarles del accidente, en el transcurso de la llamada mencionó que estaba llegando una patrulla de tránsito de Santa Catarina, Nuevo León, y cortó la llamada, desde entonces está desaparecida de manera forzada con la autorización, apoyo o aquiescencia de policías de esa corporación.

En octubre de 2011, tras un reporte ciudadano, la Fiscalía General de Nuevo León localizó sus restos en la vía Monterrey-Saltillo, sin embargo, hasta octubre de 2012 realizaron una prueba genética, es decir, su identificación se realizó un año después del hallazgo, explicó.

La buscadora agregó que existieron múltiples inconsistencias en los informes periciales, lo que generó incertidumbre entre los familiares de la víctima. Por ello, en 2014, las Fundenl y el equipo peruano de antropología forense realizaron una segunda prueba genética, donde se confirmó que los restos eran de Brenda Damaris.

Hasta el día de hoy no existe ni una sola persona procesada por la desaparición forzada de la muchacha, no existe reparación del daño para la familia y la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León determinó el no ejercicio de la acción penal debido a la falta de elementos, lo que significa que la desaparición y posterior privación de la vida no fueron debidamente investigadas, añadió.