Viernes 31 de julio de 2020, p. 16
Aunque las denuncias por trata de personas han registrado una disminución considerable
en lo que va del año, sigue la cifra negra
de hasta 99 por ciento de los casos, por lo que es necesario desarrollar estrategias con perspectiva de género para que las víctimas denuncien en un ambiente de confianza, señalaron los participantes en un foro virtual.
En el contexto del Día Mundial contra la Trata, Juan Manuel Zavala, titular de la Fiscalía Especial para Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, indicó que ha habido una disminución considerable de denuncias
, pues la competencia federal atiende los casos de trata internacional y la pandemia de Covid-19 provocó una restricción de vuelos.
Rosilyne Borland, especialista regional en Asistencia y Protección a Migrantes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), alertó que la crisis económica por la pandemia incrementó la vulnerabilidad de muchas personas en el mundo, lo que puede ser aprovechado por las redes de trata. Destacó que los criminales cuentan con una diversidad de técnicas para enganchar a sus víctimas para después explotarlas sexual y laboralmente.
Zavala admitió que la disminución de denuncias no significa que el delito haya aminorado, señaló que 69 por ciento de los casos denunciados fueron identificados por las fiscalías de nueve entidades, lo cual quiere decir que las 23 restantes no están participando.
El director de Investigación del Instituto Nacional de Ciencias Penales, Jorge Carreón Perea, recordó que en México 99 por ciento de los cerca de 500 mil casos de trata nunca son denunciados, al tiempo que enfatizó que este ilícito deja ganancias a los grupos criminales por cerca de 105 billones de dólares, lo que lo coloca como la actividad ilegal más productiva, después del tráfico de drogas y de armas.
En tanto, al participar en el conversatorio digital, Vanessa Foronda, de OIM México, narró la historia de un joven padre de familia de origen hondureño dedicado a la venta ambulante a quien una señora lo escuchó platicar sus problemas económicos y le ofreció
un empleo con mejor salario en México, donde los tratantes lo obligaron a vender ropa, exigiendo casi la totalidad de sus ingresos.