No son prioridad de gobiernos, señala el IICA
Martes 28 de julio de 2020, p. 23
En América Latina y el Caribe, en medio de la pandemia de coronavirus, la mayoría de los agricultores familiares enfrenta falta de equipos de protección y protocolos sanitarios, por lo que tienen dificultades para vender sus productos, y se agudizan sus carencias económicas, reveló un estudio elaborado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
A lo anterior, advirtió el organismo regional, se le suma el bajo poder adquisitivo de los consumidores, debido a las respectivas crisis económicas que ha provocado el coronavirus en sus países, lo que también afecta la producción y a la postre tendrá consecuencias sobre la oferta de alimentos básicos.
Los productores de América Latina y el Caribe también enfrentan limitaciones de transporte y distribución por restricciones de tránsito y movilidad, lo que dificulta el traslado comercial de mercancías, esto, sumado a la falta de choferes y transportistas por medidas preventivas o por temor asociado a los riesgos de circulación y contagio.
Enfrentan limitaciones en el acceso a crédito
Además, encontró el IICA que tienen limitaciones en el acceso a crédito, en un contexto en el que las facilidades financieras y medidas de apoyo de los gobiernos para amortiguar la contracción de las actividades económicas no han tenido a la agricultura familiar como prioridad. Según los productores consultados por el organismo, ya se comienzan a observar los efectos negativos en el campo, a consecuencia de la pandemia, siendo las repercusiones más notables en granos y cereales, hortalizas, frutas, raíces, tubérculos y carnes.
Para Manuel Otero, director general de IICA, viendo un escenario pospandemia, surge la necesidad de considerar a la agricultura como un sector estratégico para la reactivación, con enfoque en fortalecer el desempeño de los productores familiares y de los circuitos cortos de comercialización de alimentos.
Es muy importante asegurar la implementación de buenas prácticas de seguridad e higiene para estos agricultores así como políticas que den al asociativismo y al cooperativismo un papel mucho más importante
, dijo el directivo.
Ante el complicado escenario del campo, señaló Otero, es necesario fortalecer la cooperación horizontal y los vínculos regionales, la construcción de políticas de estado, estructurales y permanentes, que atiendan a las necesidades de los sectores rurales y agrícolas.
Asimismo, en el estudio, el organismo señala la necesidad de que la región construya políticas a corto, mediano y largo plazos. Y a fin de atender la emergencia sanitaria recomienda planes basados en mecanismos de concertación y coordinación interinstitucional e intersectorial e incorporen a organizaciones civiles.