La pandemia de Covid-19 ha cambiado los hábitos de consumo y también el enfoque que los bancos deben tener de cara a la migración de pagos presentes a digitales. Según las tendencias, más de 50 por ciento de las operaciones se hacen por vías remotas, y eso llegó para quedarse, asegura HSBC México.

Jorge Jáuregui, director de tarjetas de crédito de HSBC, asegura que en la actualidad y a raíz de las medidas de confinamiento, la mitad de la facturación de las compras con crédito ha pasado a una forma no presente, por lo que se debe dar un impulso más agresivo a este segmento; además de lograr colocar plásticos de la forma más segura por canales electrónicos.

Hemos expandido la estrategia digital y la facturación es, en tarjeta no presente, de 50 por ciento. La tendencia se mantiene, los clientes ven la facilidad de compras en línea, la colocación de tarjetas avanza a estas modalidades (no física); y a la medida que se puedan hacer colocaciones 100 por ciento digitales, se debe evitar el riesgo de fraude, saber que a la persona que le doy la tarjeta es quien la pide, dice.

En entrevista, el directivo del banco precisa que la actual crisis ha incrementado tanto la facturación como la colocación de forma no presencial; llegó para quedarse. Nosotros estamos preparados.

Incluso detalla que se ha dado un enfoque para aumentar los pagos presentes sin contacto; es decir, llegar a una terminal y que el cliente sólo ponga a distancia su tarjeta para hacer la operación.

Ese es nuestro foco principal, que los usuarios paguen sin contacto. Es algo poco usual, pero la tecnología ya existe, y ese tipo de pagos se va a consolidar en este tiempo. Veo la tarjeta presente convirtiendo a pagos sin contacto. Debemos procurar que el parque de tarjetas en el país sea sin contacto y que también las terminales se adapten. Tenemos 50 por ciento de terminales habilitadas, refiere.

A la baja tarjetas, créditos de nómina y personales

Jáuregui explica que durante los últimos meses el uso y la colocación de tarjetas de crédito, además del financiamiento personal y de nómina, han tendido a la baja, pero lo oportuno es esperar que a partir de julio repunten, a la par que la actividad.

“El producto más icónico de comportamiento es la tarjeta de crédito. En materia de facturación los datos de mayo reflejan una contracción; si se compara mayo de este año y de 2019 a nivel agregado hay una adopción baja de 23 por ciento, es decir, se observa contracción, aunque se continúa facturando. Algo interesante es el ‘mix’, el pago con tarjeta no presente, en comercio electrónico o teléfono, nosotros crecemos 18 por ciento en mayo, en nuestro caso, la participación de tarjetas no presentes crece de 30 a 50 por ciento entre abril y mayo, en esa modalidad hay un aumento”.

Detalla que la colocación de tarjetas también ha bajado, pues entre marzo y junio la entrega de plásticos nuevos se ralentizó 40 por ciento, aunque observamos una recuperación en julio a medida que la gente vuelve a movilizarse y a acudir a las sucursales. En temas de cartera, si se compara mayo de 2020 con 2019, el portafolio es estable, pues en un mercado que se ralentiza a 5 por ciento, lo vemos en crédito.

En préstamos personales, explica, en colocación hay una caída de 40 a 45 por ciento en mayo, y en financiamiento de nómina cayó entre marzo y junio 35 por ciento. En cartera personal decrece a un ritmo de dos y en nómina, hasta mayo, el crecimiento es de 4 por ciento para el banco.

El mercado continúa activo, en nómina y tarjetas; continúa la colocación. Es fundamental que la banca siga con los respaldos, desde julio que se reactiva todo, pero tenemos que colocar responsablemente y apoyar a los que necesitan apoyos. La gran conclusión es que el consumo va a modalidad en línea por medio de las tarjetas de crédito y eso se va a mantener después de la crisis, por eso buscamos potencializar el uso de comercio electrónico, enfatiza.