Tel Aviv., El relator especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en los territorios palestinos ocupados, Michael Lynk, calificó de una afrenta a la justicia y al Estado de derecho las estrategias de control de Israel sobre los palestinos como los castigos colectivos.

En su informe al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sostuvo que dichas estrategias violan los principios de los sistemas legales modernos, dañan a millones de personas inocentes, agudizan las tensiones y propician una mayor violencia.

Lynk llamó a Israel a detener inmediatamente cualquier práctica que constituya un castigo colectivo contra este pueblo que, dijo, viola gravemente los derechos humanos, entre los que ha citado el derecho a la vida, a la libertad de movimiento, a la salud y a una vida digna.

El relator alertó principalmente de la situación de la franja de Gaza: un territorio que sufre ahora un colapso económico, cuya estructura está destruida y cuyo sistema de servicios sociales apenas funciona.

Agregó que con el pretexto de contener al movimiento de resistencia islámica Hamas, que gobierna Gaza, se ha destruido la economía del territorio, lo que se traduce en un sufrimiento inmenso para 2 millones de palestinos que lo habitan.

Lynk denunció en su informe la demolición de viviendas palestinas al contabilizar más de 2 mil casas destruidas.