El 21 de marzo pasado, que pareciera ya fecha de otro tiempo, de otra realidad, la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México anunció que cesaba por completo sus funciones, por lo que no recibiría solicitudes ni documentación para el trámite de permisos de filmación ni avisos, como parte del acuerdo del gobierno local de suspender los procedimientos administrativos para prevenir la propagación del virus Covid-19.

Desde ese día las filmaciones en la metrópoli se detuvieron, con plazo al 19 de abril, medida que incluía, entre otras, las visitas de verificación, la atención en ventanilla o las solicitudes de informes en este organismo, dependiente de la Secretaría de Cultura citadina. Conforme la crisis sanitaria fue avanzando, la fecha fue recorriéndose. El 1º de julio un comunicado advertía que la suspensión continuaría, al menos hasta el 9 de julio.

Unos días más tarde, el 10 de julio, un sexto aviso publicado en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México determinaba la reanudación de actividades de la industria audiovisual, a partir del pasado lunes 13, con las medidas preventivas que implica el semáforo naranja; entre ellas, un máximo de 30 personas en exteriores y 10 en interiores.

Todo lo anterior es buena noticia para Guillermo Saldaña, director general de la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México, pues anuncia un regreso seguro a lo que se ha llamado nueva normalidad, proceso en el que toda la comunidad audiovisual ha estado muy involucrada para generar protocolos y lineamientos.

Ha sido un trabajo muy proactivo para estar listos en cuanto las condiciones de salubridad así lo permitieran, y podernos reincorporar ya a la actividad fílmica. Ya tenemos los lineamientos y ya están publicados oficialmente, explica el también actor y productor.

En esa comisión se estudiaron los protocolos implementados en Europa (España, Alemania y Gran Bretaña), donde la pandemia se diseminó primero. El fin era encontrar lo que nos funcionara a nosotros, pues somos una sociedad muy distinta. Además, afirma, sostuvieron pláticas con la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) y con representantes de distintos gremios, entre ellos, el de productores independientes y la asociación de gerentes de locaciones, que habían generado lineamientos particulares, con lo que se elaboró una propuesta de regreso en una progresión que irá escalando en relación con la cantidad de trabajadores permitidos en las producciones.

Se planteó el referido aforo máximo del semáforo naranja, para luego permitir entre 60 y 70 personas, en el amarillo, y quitar estas restricciones con el semáforo verde, sin descuidar los protocolos sanitarios y de higiene, como la sana distancia, el uso de cubrebocas, el lavado permanente de manos y cara, la toma de temperatura y la realización depruebas pcr, para detectar a cualquier infectado en todo el personal.

Mejores prácticas

Ahora los empleadores, las productoras, tendrán que ser muy responsables y compartir la información con el gobierno para tener un mapa y contar con información muy precisa antes de arrancar una filmación. Esto que se propone apunta hacia una hipermeta de mejores prácticas y a la generación de comunidad consciente, que se cuida, que es lo más importante, plantea el funcionario.

El año pasado, en la Ciudad de México se liberaron 7 mil trámites de permisos de locaciones y se grabaron casi mil 300 proyectos audiovisuales, lo que convierte a la capital del país en punto de referencia en Latinoamérica porque, además, cuenta con todos los servicios de producción, infraestructura, foros y los trabajadores altamente profesionalizados.

En consecuencia, la propia Comisión de Filmaciones regresará a sus labores con la mitad de sus trabajadores en las oficinas y el resto laborando a distancia; la atención al usuario se dará en horarios escalonados y con todas las medidas sanitarias, privilegiando la atención virtual. Vamos a regresar de una manera muy responsable, promete Saldaña.

En el medio audiovisual, la lección que dejará la pandemia será replantear muchos procesos para generar mayor eficiencia y el uso de herramientas, como el trabajo a distancia, de forma mucho más contundente, pues, hasta que no esté disponible una vacuna universal, se deberá ser muy responsable y generar una nueva interacción social y laboral, ya que la sociedad no puede quedarse encerrada toda la vida, opina el funcionario.

“Nos vamos a convertir en un reloj suizo, tenemos que estar muy bien calibrados y saber cómo vamos a empezar a funcionar. Este regreso escalonado nos va a servir para trabajar con proyectos pequeños y luego ir avanzando en su magnitud, ya con la experiencia operativa. A veces, a las producciones mexicanas les falta un poco de gobernabilidad, mayor orden, apegarse a las mejores prácticas, y esta crisis de salud hará que el regreso ocurra con más disciplina, porque estamos trabajando al límite, en una línea muy delgada entre generar un contagio o no.

Si no genero contagios podré seguir trabajando, produciendo y generando proyectos, finaliza Saldaña.