En medio de la pronunciada desaceleración económica y una situación de emergencia sanitaria de la magnitud que enfrenta México, las políticas públicas deben estar orientadas a la protección de la población más vulnerable, a la población que por su fuente de ingreso pudiera verla reducida de manera más importante, expuso el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León.

En reunión con los integrantes de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, previó un escenario complejo: la recuperación (económica) está por verse, es claro que no será una recuperación lineal porque hemos tenido afectaciones en diferentes sectores, en diferentes estados, que están sujetos a un agravamiento de la pandemia, y eso pudiera dar lugar a una mayor volatilidad en la recuperación de lo que usualmente se ve en otros ciclos económicos.

Del encuentro se desprendió que la crisis tiene su origen en “una suspensión económica decretada por una necesidad de salud. La incertidumbre de lo que va a pasar en la actividad económica en los próximos dos trimestres está muy ligada a al escenario de salud; en la medida en que en los próximos meses podamos tener mayor claridad y mejores noticias en cuanto a vacunas o tratamientos podremos ir identificando un regreso. Tenemos una situación de adversidad muy marcada y sin precedente, es retador el entorno.

Una preocupación del Banco de México es que una crisis, aunque sea impuesta por una situación de salud, derive en un problema de solvencia y en un problema para el sistema financiero. Ésa es la preocupación. Está siendo más persistente la afectación económica de lo que se había pensado hace meses, cuando se hablaba de que un confinamiento muy marcado en las primeras semanas y en el primer mes podría dar lugar a una regularidad económica mucho más rápida, adujo.

En la reunión virtual confirmó la pérdida de más de 12 millones de empleos (tanto en la actividad informal como en la formal). Respecto al comportamiento de la inflación, para lo que resta del año y el inicio del próximo, subrayó que, dada la desaceleración económica pronunciada, gradualmente habrá un desvanecimiento de algunas presiones al alza, y estará dominando la tendencia a la baja. Anticipó que a finales del año y principios del entrante se acerque a 3 por ciento.