Opinión
Ver día anteriorMartes 14 de julio de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Negocios y empresas

La sociedad de consumo

M

ientras hay millones de personas que no tienen lo suficiente para comer, los sectores medios y altos de la sociedad compran más de lo que necesitan para vivir con cómodidad.

Muchas personas se convierten en compradoras compulsivas y almacenan todo tipo de bienes. Algunos coleccionan autos clásicos o deportivos, otros compran todos los tenis de alguna marca y hay millones que acumulan trajes, vestidos, zapatos, juguetes y cualquier otra cosa que se le ocurra. Son bienes que no necesitamos para vivir, pero en una sociedad de consumo las compras resuelven carencias sicológicas y en muchas ocasiones sirven para mostrar nuestro poder, ya que para mucha gente no es lo mismo manejar un automóvil compacto que uno de lujo.

Ahora que nos encontramos encerrados muchas personas se han dado cuenta de que no necesitan cientos de bienes que almacenan y han reducido su consumo. Sólo en abril de este año, el comercio al por menor tuvo una caída récord de 22 por ciento, de acuerdo con el Inegi.

Esta reducción de las compras es positiva desde la perspectiva personal, del ahorro y del cuidado del ambiente. Sin embargo, también tiene una contraparte difícil de resolver. Los productores y comerciantes de todo tipo de bienes y servicios no pueden vender sus mercancías y el resultado es la quiebra de empresas, la caída del empleo y la baja del poder adquisitivo de la población, sobre todo de la de menores recursos.

Como señaló el Presidente hace unas semanas, podemos vivir tan sólo con un par de zapatos. Sin embargo, si la gente mantiene el bajo consumo de mercancías, la economía no repuntará y, por lo tanto, el desempleo permanecerá por largo tiempo.

La racionalidad en el consumo a largo plazo puede generar un mundo más equilibrado, pero si dejamos de viajar, de salir a restaurantes, a centros comerciales y a comprar más que un par de zapatos que nos duren dos o tres años, los trabajadores de todo tipo de industrias y de servicios lo resentirán profundamente.

No se trata de defender al capitalismo y a una sociedad de consumo, de lo que se trata es de generar las condiciones para que los obreros y empleados puedan trabajar y mantener adecuadamente a sus familias.