Martes 14 de julio de 2020, p. 25
Madrid. La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), el Departamento de Estado y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) conocían los planes de los altos mandos del ejército salvadoreño para asesinar a los jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA), sobre todo a Ignacio Ellacuría, al que habían situado en la lista de los hombres a eliminar
, explicó la perito Terry Karl, quien analizó y verificó miles de documentos desclasificados en las décadas recientes.
Toda esa información pasó por la embajada de Estados Unidos en El Salvador, a pesar de eso no hizo nada para evitarlo.
En el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional de España para esclarecer el asesinato de seis sacerdotes jesuitas y dos trabajadoras domésticas, el 16 de noviembre de 1989, Karl testificó en calidad de perito
una de las máximas expertas en la materia.
Karl, cuyo trabajo fue crucial para aclarar el asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero, en 1980, corroboró que tanto la CIA, el Departamento de Estado y la FBI sabían que los altos mandos del ejército habían situaron a Ellacuría como un objetivo prioritario a eliminar
, ya que estaban convencidos de que formaba parte del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Señaló a Humberto Larios, entonces ministro de Defensa; Juan Orlando Zepeda, coronel y viceministro de Defensa; Inocente Orlando Montano, coronel y viceministro de Seguridad Pública y el único imputado que está presente en la sala, y por supuesto al grupo del batallón de Infantería Atlacalt, encargados de ejecutar los asesinatos y dirigidos por el coronel Alfredo Benavides.