ientras el coronavirus planea con su halo tenebroso sobre los desolados graderíos de Pumas y Chivas, finalmente salió humo blanco de las oficinas donde las televisoras se quebraron la cabeza a lo largo de la semana para presentar el calendario del Apertura 2020, que pinta para ser totalmente de televisión. Ahora sí ameritaba un programa estelar, con patrocinadores y todo. La misión resultó faraónica. Hubo quitas y pon, gritos y telefonazos.

Son tiempos de pandemia y las directivas –de cotidiano dóciles ante los designios del duopolio– esta vez exigían hacer valer derechos de antigüedad y todo lo que pudiera favorecer para tener un mejor día y horario en la transmisión de juegos. Casi recurren a una bola de cristal, a un actuario o a ambos, con el fin de calcular la fecha ideal en la cual recibir a los equipos más taquilleros, esperanzadas en un semáforo en verde. Por eso la demora.

Copada quedará la programación televisiva con los partidos de la Liga Mx varonil y femenil, así como con la Liga de Expansión, sin embargo, la naciente Liga de Balompié Mexicano promete sorpresas y se habla de reales opciones para que Tv Azteca la transmita. Tiene lógica porque, ¿quién se pelea con su bolsillo?, ¿y si este circuito tiene éxito y arraigo, por qué desdeñar un buen negocio o dejarlo a merced de las televisoras foráneas?

No tuvo que pasar mucho tiempo para que brincara la incongruencia de la FMF, que maltrató a los equipos del Ascenso afirmando que eran demasiado pobres como para estar en la Liga Mx; también dijo que no quería dinero de los gobiernos y luego aplaudió la irrupción de Quirino Ordaz. Bueno, pues hoy los avalados adquirientes del Querétaro (y del Atlante) están por perder a su principal sostén financiero. Es decir, problemas a la vista.

Si cuando hay un único dueño aparecen conflictos, ahora con siete… El empresario Mario Escalante, de corazón atlantista, hoy sabe que no hizo una buena inversión. Se dio una zambullida en las aguas turbias futboleras y no le gustó lo que encontró: demandas, deudas y, lo peor, sin derechos de transmisión, así que la viabilidad de los Gallos Blancos es incierta. Además, en Cancún los ex empleados del equipo azulgrana protestan por adeudos.

Al Mazatlán FC le cayó la maldición purépecha. Los dirigidos por Francisco Palencia transitaron por el minitorneo penosamente con saldo de tres derrotas. Sembraron pánico entre sus adversarios no por su despliegue de juego, sino porque reportaron tres casos positivos al virus. Ricardo Tuca Ferretti, técnico de Tigres, fue prudente y sabio al optar por dirigir desde un placo.

La adinerada directiva felina quiere imponer la moda de viajar el mismo día del partido para no andar exponiéndose al contagio en hoteles y aeropuertos, pero será difícil –por costoso– que otros equipos sigan sus pasos. Los entrenadores, algunos a regañadientes, como Miguel Herrera, están usando cubrebocas en este ensayo que es el torneíto, donde lo de menos son los resultados; lo importante: pulir el protocolo sanitario.

Pero cuando hay antagonismo profundo, cualquier derrota duele y el América fue humillado por una Máquina que desde el arranque se mostró en mejor forma y las redes sociales se llenaron del “Fuera Piojo”. Una de cal por las que van de arena. Toluca resultó decepcionante, un plantel sin pies ni cabeza que no pinta para nada y menos con el posible regreso de Rubens Sambueza.

Raúl Jiménez otra vez salva el honor del balompié tricolor; ahora igualó la marca de Carlos Vela, al sumar 16 goles en una liga europea. En tanto, el jugador de Los Ángeles FC sí que es coherente: también impone su voluntad en Estados Unidos y se rehusó a ir a jugar el certamen MLS is Back en Orlando; divo aquí y divo allá. Hirving Chucky Lozano sacó la casta en el momento justo y recupera bonos con sus recientes anotaciones. El futuro le pinta mejor.

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