Lunes 6 de julio de 2020, p. 25
Gaborone. El gobierno de Botsuana y organizaciones no gubernamentales investigan las muertes misteriosas
de entre 275 y 356 elefantes, cuyos cuerpos fueron hallados en la concurrida zona del delta de Okavango. La caza furtiva sigue siendo un problema en el país, pero se ha descartado que sea la causa de estos decesos, ya que los cuerpos no presentan heridas de bala.
Varias ONG citadas por Telesur cifraron en cerca de 400 el número de paquidermos fallecidos, cuyos restos fueron encontrados cerca de pozos de agua.
Se recogieron muestras para el análisis en laboratorios de Sudáfrica, Zimbabue y Canadá y se descartó también que hayan perecido por envenenamiento con ántrax.
El director interino del Departamento de Vida Silvestre, Lucas Taolo, dijo a The Associated Press que se ha advertido a las poblaciones locales que no se lleven los colmillos de los elefantes muertos.
Este es uno de los desastres más grandes que afecte a los elefantes en este siglo, precisamente en el centro de uno de los principales destinos turísticos de África
, lamentó el director del grupo National Park Rescue, Mark Hiley, en un correo electrónico.
Enormes cantidades de elefantes están muriendo desde principios de mayo
, añadió, y dijo que es improbable que se trate del Covid-19, pero que no se puede descartar nada.
El director de Parques Nacionales, Cyril Taolo, declaró que los elefantes muertos conservaban sus colmillos, por lo que se desecha la hipótesis de que hayan sido víctimas de cazadores furtivos, indicó El País.
Otras ONG reportaron que se han visto muchos elefantes deambulando débiles y desorientados.
Botsuana tiene la mayor población mundial de elefantes. Un estudio aéreo realizado en 2013 mostró más de 156 mil en el norte del país.
En otra declaración, el gobierno denunció un aumento alarmante de la caza furtiva de rinocerontes en el delta de Okavango
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