Sidney. Varios miles de personas participaron este fin de semana en protestas del movimiento Black Lives Matter en Australia para pedir igualdad racial y denunciar las muertes de personas indígenas mientras están en custodia policial.

Unas 500 personas protestaron ayer en Newcastle, en el norte de Sidney, después de que la Corte Suprema del estado de Nueva Gales del Sur aprobó la manifestación luego de que la policía intentó prohibirla.

Un mitin en Sidney comenzó ayer con una ceremonia en la que se recordó a los australianos indígenas que han muerto tras ser detenidos por la policía.

Ha habido más de 400 muertes indígenas en custodia desde que una comisión real sobre el tema terminó en 1991. No hay condenas registradas por ninguna de las muertes.

Pasamos por el proceso legal, permanecimos sentados durante ese proceso de indagación, escuchamos ese proceso y no recibimos justicia, acusó el organizador del encuentro, Paul Silva, a la televisora SBS Television. Éste es nuestro proceso para exigir justicia.

El sábado, los australianos participaron en protestas de Black Lives Matter en las ciudades de Brisbane, Darwin, Perth y Adelaide. Muchos de los manifestantes utilizaron mascarillas e intentaron mantener la distancia social ante los temores del coronavirus.

Los indígenas de Australia son la minoría étnica con más desventajas en el país. Tienen tasas por arriba del promedio de mortalidad infantil y salud deficiente, así como menores expectativas de vida, niveles educativos y de empleo que otros australianos.

Las protestas antirracistas han cobrado fuerza en distintos países tras la gran movilización que siguió en Estados Unidos a la muerte del afroestadunidense George Floyd a manos de un policía blanco en Minneapolis el pasado 25 de mayo.

El movimiento Black Lives Matter sigue vigente y antenoche un mujer de 24 años murió después de que ella y otra mujer fueron atropelladas en una autopista bloqueada en Seattle cuando protestaban contra la brutalidad policial, informaron las autoridades.

Summer Taylor, de Seattle, murió la noche del sábado en el Centro Médico Harborview, dijo la vocera Susan Gregg.

Taylor y Diaz Love, de 32 años, de Portland, Oregon, fueron atropelladas por un auto que embistió contra una multitud de manifestantes en la Interestatal 5 el sábado por la mañana, según las autoridades.