Para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) es claro que el nuevo acuerdo comercial T-MEC será beneficioso en términos económicos para el sector, pero a diferencia de lo ocurrido con el TLCAN, ahora, en esta relación el aspecto social es fundamental.

Con Sonny Perdue, titular del United States Department of Agriculture (USDA), hemos discutido la necesidad de que este nuevo tratado nos permita tener un mercado mucho más justo en términos de respetarnos mutuamente. En lo que insisto es en que tengamos un trato justo a nuestros productos, un trato justo a nuestros productores, a nuestros jornaleros y a nuestros emigrantes, señaló a La Jornada Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Sader.

Villalobos Arámbula dijo que el acuerdo será un elemento que ayudará al país a remontar la crisis post-Covid-19. Somos muy optimistas del beneficio para la agricultura y señaló que la estimación es que los sectores más favorecidos por el acuerdo serán frutas y hortalizas. Hortalizas y frutas es en donde anticipamos que va a haber un crecimiento. Es difícil anticipar qué tanto podríamos crecer, eso tendrá que ver con la recuperación económica.

Además, la demanda de los consumidores va a seguir en incremento, y también en términos muy importantes la capacidad productiva de México para atender ese mercado. Estamos muy bien posicionados en Estados Unidos, 70 por ciento de la agricultura de exportación se va a ese país en términos fundamentalmente de frutas y hortalizas, entonces ese porcentaje se va a seguir incrementando.

Detalló que el impacto positivo no sólo será para agroempresas, porque “son cadenas muy estructuradas que parten desde la propia producción de la semilla hasta el consumidor; entonces, en cada uno de los eslabones hay beneficios, porque se podría pensar: es que es el mercado de exportación y únicamente beneficia a las agroindustrias que tienen grandes inversiones y acceso a los créditos.

Todos estos arreglos económicos nos dan más capacidad competitiva. Hay derrama de conocimiento, de inversión, de atención a aspectos sociales, de mejora en la transportación y en las vías de comunicación. Al tener una demanda tan fuerte y segura, esto beneficia a cada uno de los eslabones.

Villalobos Arámbula precisó que la previsión es que haya crecimiento de exportaciones mexicanas de tomate, aguacate, mango y de chiles jalapeño, serrano y habanero, y en la medida en que podamos ir acompañando este desarrollo, sobre todo con los temas de inocuidad y sanidad, van a ser mucho más demandados.

No cambiarán estándares por el Covid-19

Sobre esto último, Javier Trujillo Arriaga, director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, descartó que Canadá o Estados Unidos, tras la pandemia del Covid-19, endurezcan los estándares de sanidad e inocuidad para el ingreso de productos del agro a sus territorios.

El T-MEC es muy fácil desde ese punto de vista, porque ya nos conocemos las plagas de los últimos 20 años. Me preocupa cuando abrimos un acuerdo comercial con algún país asiático, que son cultivos diferentes y plagas diferentes, señaló a este medio.

Más bien de lo que estamos hablando es de mecanismos de facilitación, de confianzas. Por ejemplo, si les podemos certificar algo, y saben de nuestra competencia técnica y les da confianza, ya no tienen que venir aquí a ver nuestros huertos o plantas de cárnicos, porque saben que en lo que certificamos hay seriedad y confianza.

El titular de la Sader destacó también que la nueva versión del T-MEC incluye el aspecto ambiental para realizar una “agricultura más responsable, más respetuosa con el medio ambiente. Aquí hemos venido trabajando en el análisis claro del uso de agroquímicos, la necesidad de tener un cuidado más asertivo del manejo del agua y del suelo. Todo esto, si no se atiende, repercutirá en las capacidades productivas del futuro.