Berlín. En los tiempos del Covid-19 el futbol es una fiesta sin invitados. Ayer, por ejemplo, los jugadores del Bayern Munich festejaron frente a las gradas vacías, luego de conquistar otro título de la Copa de Alemania.

El conjunto bávaro consolidó su dominio en el futbol de su país al obtener otro doblete de títulos, gracias a una victoria 4-2 sobre el Bayer Leverkusen, en la final de Copa, que por primera vez en la historia se realizó sin público.

Bayern, que había conquistado ya su octavo cetro consecutivo de la Bundesliga, revalidó también el de Copa, con goles de David Alaba, Serge Gnabry y Robert Lewandowski, quien marcó en dos ocasiones.

Fue el vigésimo trofeo de Copa para el Bayern. En dos ocasiones consecutivas, el plantel ha obtenido el doblete de cetros.

Ahora, el Bayern enfocará la mira en la reorganizada Champions, a llevarse a cabo en agosto. Buscará un triplete de campeonatos, emulando lo conseguido en 2013 bajo las órdenes de Jupp Heynckes.

Leverkusen buscaba su primer título en cualquier competición desde 1993, cuando conquistó la Copa. A partir de entonces ha sido subcampeón de distintas competencias en nueve ocasiones, lo que ya genera burlas de los aficionados rivales.

No se permitió la entrada de público al Olympiastadion de Berlín, con capacidad para 75 mil espectadores, debido a la pandemia. Entre el aforo limitado en el inmueble, seguía el duelo el técnico de la selección alemana Joachim Löw, quien llevaba una mascarilla negra.

▲ El conjunto bávaro consolidó su dominio en el futbol de su país al obtener otro doblete de títulos.Foto Afp

Las medidas de higiene fueron estrictas. Las calles aledañas, normalmente ruidosas, lucieron vacías antes del puntapié inicial.

El Bayern dominó el primer tiempo y pudo haber tomado una ventaja de más de dos goles al descanso.

Alaba abrió el marcador con un tiro libre ejecutado de manera magistral, al ángulo superior derecho, a los 16 minutos. Más tarde, gracias a la presión del cuadro bávaro, Gnabry disparó para conseguir la segunda diana a los 24 minutos.

Leverkusen careció de ideas y evidenció inseguridad. Peter Bosz reaccionó con dos sustituciones en el intermedio, pero poco cambió.

Sven Bender, mediocampista del Leverkusen, acortó la diferencia a los 64, lo que generó una reacción del conjunto del Rin, que dilapidó otras oportunidades.

Lewandowski sepultó cualquier esperanza de remontada, al conseguir su segundo tanto a los 89 minutos; antes marcó al 59.

Karl Havertz, astro del Leverkusen, convirtió un penal, en la última acción del duelo.