Tergiversan lucha en San Mateo del Mar
educir el ataque armado que dejó 15 indígenas cruelmente asesinados en San Mateo del Mar, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, a un enfrentamiento entre comunidades
, equivale a la explicación oficial del entonces presidente Ernesto Zedillo sobre la matanza de Acteal, en la que fueron asesinados 45 tzotziles, en lo que el gobierno explicó como un conflicto intercomunitario
, y no como el saldo de una estrategia contrainsurgente en la que el Estado armó a grupos paramilitares para contener a los pueblos.
No es nueva la violencia en San Mateo del Mar y desde hace meses la población ikoot la venía denunciando. Tampoco es nueva su voluntad de defender su territorio. Lo hicieron cuando llegaron a instalarse los parques eólicos y lo hacen ahora frente al megaproyecto del Corredor Interoceánico.
Lo que está en juego no es un problema electoral, como lo intentó explicar el Presidente de México, sino la imposición de un proyecto de desarrollo
que pone a la comunidad contra la pared, como la puso el temblor de septiembre de 2017, del que se levantaron con la organización comunitaria.
San Mateo del Mar elegía a sus autoridades, como muchos de los municipios de Oaxaca, por usos y costumbres, siendo la asamblea la instancia más importante de decisión. Pero el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca impuso unas elecciones a modo en las que se nombró a Bernardino Ponce Hinojosa como presidente municipal. Esto fue en octubre de 2019, y desde entonces la violencia se instaló en este lugar de pescadores y bordadoras, siendo el antecedente más violento el 2 de mayo pasado, cuando se quemaron casas, se hirió a personas y asesinaron a un hombre. Todo se denunció, se pidió ayuda a los gobiernos estatal y federal, pero nadie escuchó.
Hoy son 13 hombres y dos mujeres menos en San Mateo del Mar. El dolor y el miedo reinan en las comunidades. Su delito es oponerse a los planes macroeconómicos de empresas y gobiernos. La Guardia Nacional tendrá que explicar por qué los abandonó en plena refriega. Y ellos, mujeres y hombres de mar, volverán a levantarse.