En el medio rural, la cobertura de seguridad social es mínima, por lo cual en el la etapa pos-Covid-19, el gobierno federal debería remediar esa situación consideró el movimiento El Campo es de Todos.

Aparte, la Red de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas destacó que, ante el nuevo coronavirus, los trabajadores del sector están desprotegidos, y coincidió en que la mayoría carece de seguridad social.

Luis Gómez Garay, líder de la Union General Obrero Campesina y Popular AC (Ugocp), e integrantes del referido movimiento, indicaron que actualmente “sólo 13 de cada 100 personas cuentan con asistencia médica y de prestaciones sociales por su trabajo del campo.

Añadió que los jornaleros agrícolas se exponen a abusos, los cuales van desde irregularidades en el pago de sus salarios, horarios laborales superiores a las ocho horas, no reciben materiales ni equipo de protección personal, y viven en condiciones de hacinamiento en viviendas precarias, bodegones o galeras que usualmente les alquilan quienes los contratan.

A ello se suma que el gobierno desapareció programas focalizados para este sector y las autoridades laborales miran a otro lado.

Isabel Nemecio, coordinadora general de la Red de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas, destacó que se tendrían que fortalecer los protocolos de atención y prevención, así como la capacidad institucional de los servicios de salud en las zonas en donde están los jornaleros agrícolas. Consideró que puede haber buenas guías y protocolos diseñados por las autoridades sanitarias federales y locales, pero advirtió que, si no tienen un enfoque muticultural, prevalece el riesgo.

Son indispensables las inspecciones laborales en las pequeñas unidades de producción, así como que en los campos de cultivo, empleadores y patrones garanticen los insumos necesarios, tales como acceso al agua, al alcohol en gel, cubrebocas y la sana distancia, así como traslados seguros a los campos y medidas de desinfección de espacios comunes durante esos trayectos.