A unos meses de cumplir 70 años, lo cual ocurrirá el 20 de diciembre próximo, el compositor Arturo Márquez (Álamos, 1950), uno de los artistas mexicanos con mayor proyección y reconocimiento internacional, habla con La Jornada a propósito del lanzamiento de la convocatoria para la séptima versión del concurso de composición para orquesta de cámara que lleva su nombre, la cual cerrará el 18 de septiembre.

Este certamen es organizado desde 2014 por la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), en el que pueden participar autores menores de 40 años, mexicanos, extranjeros residentes en el país y descendientes de mexicanos que vivan en otras partes del mundo.

Arturo Márquez considera que si bien el actual confinamiento social debido al Covid-19 ha propiciado mayor globalización de los individuos por el incremento en el uso de Internet y las redes sociales, representa también una oportunidad para que las nuevas generaciones adquieran más conciencia sobre la importancia de ser locales.

Es un momento que puede ayudar a los jóvenes, en especial a los artistas, a reflexionar sobre lo que somos, dónde estamos y qué nos está pasando, señala y agrega que en su caso la pandemia lo ha obligado a reacostumbrarse a lo acostumbrado.

Precisa: Nosotros normalmente estamos encerrados; entonces, esta situación no nos viene tan distinto, pero de todas manera sí hace falta el contacto social de vez en cuando.

Han sido meses que él ha aprovechado para trabajar en una pieza para cuerdas y otra para piano, así como en un concierto para violín que, al igual que muchas de sus obras, tiene como base la música tradicional, en este caso el fandango.

Aunque de repente uno ya está en su propio lenguaje, siempre hay una intención muy sana de buscar cosas nuevas. El concierto para violín empezó como un fandango y lo enfoco de manera muy personal, no sólo con el fandango huasteco y el veracruzano, sino que tomo distintos géneros que son bailables. Para mí el baile es muy importante desde hace casi 30 años, añade.

▲ El músico sonorense Arturo Márquez conversó con La Jornada sobre la convocatoria del séptimo concurso de composición que lleva su nombre.Foto cortesía SACM

Ya había incursionado en el fandango en una obra cuya grabación saldrá pronto. Pero este concierto lleva la cuestión del Caribe, del huasteco, el mariachi, la influencia de España de los géneros antiguos bailables y que se daban aquí cuando era la Nueva España.

De acuerdo con el compositor, el concurso que lleva su nombre ha permitido ampliar el panorama de los autores jóvenes para buscar nuevas músicas que tengan que ver con nuestra tierra y nuestra identidad.

Recuerda que el certamen está enfocado a propiciar la fusión de las músicas académicas, tradicional y popular, a fin de que se dé un equilibrio entre lo local y lo universal, entre la intuición y el intelecto o, como dice (el crítico) Juan Arturo Brennan, entre lo originario y lo original.

Esa fusión, opina, es trascendental hoy día para todos los compositores de América Latina, porque la música y el arte son de las facetas más importantes que nos ayudan a no olvidar nuestras culturas ni nuestras raíces, algo que sucedió mucho a partir de la posguerra y con la entrada de la música experimental y contemporánea.

Tal visión está lejos de ser un neonacionalismo, como se le ha criticado, según Márquez, quien precisa que tiene que ver más con encontrar esa naturaleza inherente al artista. Tenemos una manera de vivir, de comer, de escuchar, que nos hace guiarnos de manera muy especial. Por supuesto, el desarrollo de la música ha sido constante y los compositores e intérpretes debemos ser conscientes de eso y encontrar la manera de fusionar esos dos mundos de los que he hablado.

Las bases y mayor información del Concurso de Composición Arturo Márquez pueden solicitarse en el teléfono 55-5623-6091 y a la dirección de correo electrónico [email protected].