Ante la falta de acuerdos y de condiciones sanitarias para votar el dictamen en una sesión presencial en la comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Morena decidió no incluir en el periodo de sesiones extraordinarias la reforma a la Ley Federal de Variedades Vege-tales como parte de la armonización legal antes de la entrada en vigor del T-MEC.

El coordinador de Morena, Mario Delgado, informó este lunes a la bancada que se decidió conti-nuar la negociación del contenido de la reforma con el gobierno fe-deral, en específico con la Secretaría de Economía.

Además, se canceló la sesión que había convocado la comisión para este martes, donde se votaría un proyecto de dictamen para ampliar la vigencia de los derechos de exclusividad de los obtentores de variedades, a 20 o 25 años, con objeto de otorgar certeza jurídica a la iniciativa privada en el desarrollo de investigación y mejoras.

Plantea también que se permita a los campesinos utilizar semillas mejoradas, así como la protección de los conocimientos tradicionales relativos a sus recursos genéticos, así como sanciones al tráfico ilegal de semillas.

El documento admite la postura de la iniciativa del presidente de la comisión, Eraclio Rodríguez (Morena), respecto de que al garantizar los derechos de los obtentores sobre innovaciones en variedades vegetales se ampliaría el abanico de opciones disponibles de nuevas y mejores variedades en los diversos cultivos estratégicos pa-ra México.

Según el legislador, se necesita impulsar un marco legal que permita a los pequeños productores disponer de una amplia oferta de semillas en un entorno de demanda de alimentos caracterizado por su concentración en grandes comercializadores y la exclusión de los campesinos.

Como parte de los foros previos, el proyecto considera excluir de la aplicación de la ley las variedades vegetales de uso común y las que son producto del conocimiento y uso de los campesinos, pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas o equiparables, con objeto de protegerlas.

Protección de tradiciones

Además, prevé reconocer como derechos de los campesinos la protección de los conocimientos tradicionales relativos a sus recursos genéticos, participar equitativamente en el reparto de los beneficios derivados de la utilización de sus recursos genéticos, así como en la toma de decisiones sobre la conservación y su uso sostenible.

También, el derecho a sembrar, conservar, utilizar e intercambiar las semillas o el material de multiplicación que hayan conservado después de la cosecha, y a mantener, controlar, proteger y desarrollar sus propias semillas.