Martes 23 de junio de 2020, p. 22
Las empresas del país han optado por hacer válidas las líneas de crédito que tienen con los bancos para obtener liquidez y aminorar el impacto por la crisis de Covid-19, hecho que propició que el financiamiento a estas firmas se incrementara 7.5 por ciento en términos reales en el primer cuatrimestre del año, según cifras oficiales.
No obstante, estas medidas serán temporales y quizá insuficientes
para evitar la desaceleración en el ritmo de colocación de crédito a empresas por parte de los bancos que se tenía previo al brote de la pandemia, afirmó BBVA-México, en el informe Situación Banca.
El financiamiento a empresas representa 56 por ciento del saldo del crédito bancario a industrias del sector financiero no bancario hasta el primer cuatrimestre del año. Según el Banco de México, el saldo de la cartera de crédito a empresas, en abril ascendió a 3 billones 27 mil 758 millones de pesos, la cifra más alta desde que se tienen registros.
El alza real en los últimos dos meses en el saldo de crédito bancario a las empresas se explica sobre todo por el uso que éstas hicieron de las líneas de crédito disponibles para afrontar sus necesidades de liquidez y así solventar sus compromisos inmediatos de gasto, anticipando los menores flujos de ingreso por ventas de bienes y servicios que resultarían de las medidas de confinamiento y suspensión de algunas actividades, adoptadas a raíz de la contingencia sanitaria Covid-19
, destacó BBVA.
Detalló que, en los primeros cuatro meses del año, el crecimiento real promedio del crédito a empresas fue de 3.3 por ciento, menos de la mitad del dinamismo observado en el mismo periodo de 2019, cuando hubo un crecimiento real de 7 por ciento, y que el promedio registrado en 2018 y 2019 (9.2 y 4.7 por ciento respectivamente).
BBVA expuso que el desempeño reciente de la inversión fija bruta y de la confianza empresarial indican que el entorno macroeconómico no ha sido propicio para que el crédito bancario a empresas recupere dinamismo
y no hay señales de que las condiciones mejoren a corto plazo.
En particular, la reducción en los ingresos de las empresas, aunados a la ausencia de un programa contracíclico de amplia escala que apoye su recuperación, aumenta la probabilidad de que empresas que eran financieramente viables antes de la contingencia vean mermada su capacidad de pago e incluso caigan en insolvencia
, consideró el banco.
Añadió: aunque la necesidad de crédito de las empresas crecería, cumplir en tiempo y forma con los compromisos financieros podría disminuir, lo que llamaría a una mayor cautela para evaluar la capacidad de pago de los posibles acreditados y se reflejará en un ritmo menos vigoroso de expansión en el crédito
.