Trabajadores de limpia de la Ciudad de México pidieron a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, y al Congreso Local, el pago de un bono extraordinario para quienes laboran en esa área, cuyos integrantes han desempeñado sus funciones de manera ininterrumpida durante la emergencia sanitaria por el Covid-19.

En un escrito dirigido a la titular del Ejecutivo local, así como al órgano legislativo, señalaron que ante los riesgos de contagio por coronavirus que tienen que sortear al recolectar los residuos sólidos que se generan en la capital del país –entre éstos los de tipo sanitario– es que piden se les otorgue este beneficio.

El documento firmado por Martín Hernández Torres, del grupo Construyendo Red Sindical, señala que la compensación a los integrantes de la sección 1, limpia y transporte, del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México podría considerarse como un bono económico por infecto riesgo y/o insalubre.

A principios de este mes dicha organización gremial reportó que durante la emergencia sanitaria que se vive por el Covid-19 habían muerto 94 empleados de limpia en la capital del país, la mayoría de ellos falleció en sus domicilios y con síntomas relacionados con el coronavirus.

Ante esta situación y el riesgo de contagios persistente entre los trabajadores, solicitaron tanto al Poder Ejecutivo y al Legislativo locales que “en la medida de sus posibilidades asignen una retribución económica extraordinaria, quincenal y retroactiva a todos los trabajadores, tanto asalariados como voluntarios de limpia y transporte.

En su misiva, destacan la decisión del gobierno local de pagar los sueldos íntegros, sin importar las inasistencias del personal a sus centros de trabajo, lo cual es un acto de equidad y justicia laboral, con el que se evita la discriminación hacia los trabajadores.

Agregaron que a partir de que comenzó la emergencia sanitaria por el Covid-19 se ha incrementado el riesgo de contagio entre el personal por el manejo de residuos sólidos peligrosos, es decir, desechos de las personas portadoras o enfermas, lo cual sería también un acto justo y equitativo, además de que no han dejado de laborar durante ningún día en todo este tiempo.