Los positivos por coronavirus que arrojaron dos boxeadoras, una en Estados Unidos y otra en México, ofrecen un panorama de lo frágil que serán los planes para los peleadores, considera Rey Vargas, campeón mundial supergallo del CMB.

Silvia Torres planeaba pelear en la Ciudad de México el 20 de junio y la estadunidense Mikaela Mayer estaba programada para en retorno en Las Vegas. Ambas, asintomáticas, fueron aisladas de inmediato.

Uno se prepara e invierte dinero para una pelea y de repente te dicen que estás contagiado y se caen todos tus planes, plantea Vargas; “no sólo son los planes del peleador, también está el riesgo de contagio de toda la gente involucrada: manoplero, sparring, entrenador”.

Reconoce que el regreso del boxeo a puerta cerrada en diversas ciudades es una señal que ofrece esperanzas al gremio.

Lo que aún no sabemos es cuál será el futuro de los boxeadores firmados por promotoras extranjeras, porque ahí sí no sabemos cuáles serán las medidas para viajar a otros países y reducir los riesgos.

Vargas tiene contrato con PBC y sus defensas del título suceden fuera de México. Las funciones que han sido programadas, tanto en Las Vegas como en la Ciudad de México sólo incluyen a peleadores locales.

Pese a los planes para reiniciar la actividad, la Comisión de Box de la Ciudad de México emitió anoche un comunicado en el que informa que en estos momentos no existen condiciones para autorizar y sancionar funciones. Advierte que mientras el semáforo epidemiológico permanezca en rojo no correrán riesgos.