Viernes 12 de junio de 2020, p. 20
A pesar de un retorno gradual de los capitales hacia países emergentes tras el choque de volatilidad provocado por el coronavirus, México registró en mayo flujos de salida en su mercado de deuda por tercer mes consecutivo debido a una mayor cautela de los inversionistas.
Estimaciones de una fuerte contracción, factores idiosincráticos –manejo de la política económica local– y la probabilidad de un recorte en la nota crediticia soberana figuran como las principales causas del menor interés por papeles mexicanos, señalan analistas, quienes dudan de un regreso a las condiciones previas al Covid-19.
Los bonos de la segunda mayor economía de América Latina vieron partir el mes pasado unos 34 mil 850 millones de pesos (mil 490 millones de dólares), que se sumaron a la salida de 288 mil millones (12 mil 440 millones de dólares) en marzo y abril, según datos oficiales.
Los flujos negativos de México contrastan con la entrada de unos 3 mil 500 millones de dólares dirigidos a deuda de países emergentes en su conjunto, de acuerdo con cálculos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), impulsada por las expectativas de la reactivación económica tras semanas de confinamiento.
En las últimas semanas se ha visto una estabilización en los flujos hacia emergentes, pero en México continúan disminuyendo, lo que sugiere que hay un elemento idiosincrático
, señaló Andrés Jaime, estratega de divisas y deuda de países emergentes para Morgan Stanley.
México tenía una ventaja hace algunos años porque tenía un manejo macroeconómico bastante sólido, pero eso ha cambiado recientemente
, agregó.
México registró en 2019 la primera contracción en su economía en una década y el panorama no es alentador; de acuerdo con una encuesta del Banco de México (BdeM), el producto interno bruto (PIB) caerá 8 por ciento este año.
Bajo ese escenario, los inversionistas extranjeros están disminuyendo su exposición a México
, además de que el país tiene que pagar mucho más para continuar fondeándose en los mercados internacionales
, comentó Jaime.
Las expectativas de una profunda recesión y de un fuerte deterioro en las finanzas públicas llegan bajo un contexto en el que el Ejecutivo se niega a contratar más deuda, la cual ayudaría a frenar los efectos de la crisis.
Además, los inversionistas creen que la nota soberana pronto podría seguir los pasos de la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) y verse relegada a territorio basura
, forzando una venta masiva de bonos.
Lo que importa de la deuda es la capacidad de pago, si no creces, pues cualquier nivel de deuda es oneroso y creo que estamos en un problema de dinámica de deuda
, explicó Sergio Luna, director de estudios económicos de Citibanamex.
Si el denominador se nos cae tanto, pues al final de cuentas podemos terminar con una relación deuda/PIB más elevada
, agregó.
Según cálculos de BBVA, esa relación podría elevarse en 2020 en hasta 15 puntos porcentuales, y pasar de 44.7 por ciento de 2019 hasta 59.2 por ciento en el peor escenario, una cifra por arriba de la estimación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de 52.1 por ciento.
Anticipamos un panorama muy complicado para las finanzas públicas a partir de este año
, advierte el informe de BBVA.