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Mandos policiacos ordenaron operativo; agentes contradicen a Alfaro y al fiscal
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 8 de junio de 2020, p. 8

Guadalajara, Jal., El comandante de la Policía Investigadora de la Fiscalía de Jalisco, Salvador Perea Rodríguez, sí estuvo a cargo del operativo el viernes pasado, cuando unos 60 jóvenes fueron privados de su libertad por células de agentes vestidos de civil en camionetas sin distintivos oficiales.

La acción incluyó, además, la participación de policías estatales y municipales uniformados –hombres y mujeres– quienes actuaron bajo la consigna de amedrentar a los manifestantes detenidos y golpear a quienes se resistieran, así como usar instalaciones oficiales.

Perea Rodríguez fue detenido el sábado junto al agente del área de Robo a Vehículos, Raúl Gómez Mireles, acusados por el gobernador Enrique Alfaro y el fiscal Gerardo Octavio Solís de desobedecer las órdenes que dieron para evitar agresiones y represión a los inconformes, lo que según el mandatario, podría deberse a que el crimen organizado se infiltró en la dependencia para desestabilizar a Jalisco.

En entrevista con La Jornada, una estudiante de la Universidad de Guadalajara, quien el viernes fue arrestada con dos amigas por agentes ministeriales vestidos de civil cuando se dirigían a la protesta en la fiscalía, identificó al comandante Perea como quien instruía a los policías para efectuar los arrestos.

En la sede de la dependencia, Perea también daba órdenes a agentes uniformados para hostigar a los 60 jóvenes encerrados en las dos jaulas de detención provisional conocidas como perreras.

De hecho, según la versión recogida que coincide con la de otros jóvenes detenidos, fueron policías estatales los encargados de liberar a los muchachos en lugares de la periferia de la ciudad y abandonarlos a su suerte.

Este domingo, familiares de Perea y de Gómez Mireles protestaron afuera de Casa Jalisco y de la fiscalía, y aseveraron que ambos son chivos expiatorios, ya que sólo obedecieron órdenes que les dio Octavio Solís.

Agentes indignados por la detención de sus compañeros revelaron que desde el jueves fueron concentrados en el helipuerto e instruidos para utilizar tubos y palos para amedrentar a los manifestantes. No nos mandamos solos, esas órdenes fueron dadas por nuestro gobernador y fiscal afirmó uno de los uniformados.