Debido a la circulación simultánea de los virus que causan el Covid-19 y el dengue, es necesario reforzar el primer nivel de atención médica y alertar a los galenos de que todo paciente que llegue con fiebre en las zonas endémicas del mosquito hembra Aedes aegypti (principal transmisor de la segunda enfermedad) puede haberse contagiado de cualquiera de los dos, pues ambos padecimientos presentan síntomas como fiebre elevada, dolor de cabeza y muscular.

Afirmó lo anterior Ruy López Ridaura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), al presentar la Estrategia de Control de Vectores en el Escenario de Transmisión Simultánea Dengue y Covid-19 en México, quien señaló que es muy difícil saber si este año esperamos una alta carga epidémica, como ocurrió en 2019, pero es probable que sea menor, porque la carga normalmente se presenta de forma cíclica.

Recordó que el inicio de la temporada de dengue coincide con el de las lluvias, por lo que son prioritarias las acciones de descacharrización y dispersión de insecticidas, principalmente en zonas urbanas, donde es común que se generen criaderos de mosquitos en cuerpos estancados de agua. Agregó que hasta abril pasado, en los estados contaban con 287.4 millones de pesos de insumos e insecticidas, a los que se sumará la compra por 192.2 millones de pesos adicionales.

De acuerdo con el Panormama Epidemiológico de Dengue, actualizado por la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, hasta el pasado 1º de junio se han confirmado en México 3 mil 494 casos de esta enfermedad, de los cuales 331 fueron clasificados en la variedad grave. Del total, 62 por ciento corresponden a Veracruz, Jalisco, Tabasco, Guerrero y Nayarit.

López Ridaura informó que las acciones proritarias para combatir el dengue incluyen la promoción de la salud y la participación comunitaria para la eliminación de criaderos en vivienda, pues durante el confinamiento social no se ha podido verificar esta tarea; el saneamiento básico de espacios públicos en los municipios, y control del vector con larvicidas, rociado residual en viviendas y nebulización espacial.

También se fortalecerá la vigilancia epidemiológica a fin de focalizar acciones en las zonas y regiones de mayor transmisión, además de promover la comunicación de riesgos a la población, pues enfatizó que si bien, al igual que el Covid-19, el dengue tiene elevado índice de enfermos asintomáticos, también puede desarrollarse como enfermedad grave y potencialmente mortal.

Por ello subrayó que otra tarea prioritaria es el fortalecimiento de las capacidades clínicas para la atención oportuna de los casos de dengue en los tres niveles de atención médica a fin de disminuir la letalidad.