n Estados Unidos subsiste el racismo y también en México. ¿Qué características tienen estos racismos y por qué en México (por fortuna) no hay estallidos de violencia racial como en EU?

En EU la población negra tiene su origen en la esclavitud, los negros fueron trasladados desde África, vendidos y tratados como bestias. El grupo negro representa sólo 15 por ciento de la población. El racismo ha sido reconocido y combatido: en 1865 se prohibió la esclavitud (XIII Enmienda). En 1948 se eliminó la discriminación en el ejército. En 1954 la Suprema Corte la prohibió en los establecimientos educativos. La Ley de Derechos Civiles de 1964 extendió la integración en todas las áreas y provocó una verdadera revolución social. Los negros han podido ascender en toda la escala pública y en los negocios. Por supuesto que todavía hay racismo en EU pero es reconocido y combatido.

En México, el racismo es mucho más hipócrita. Como dijo recientemente Arturo Zaldívar (presidente de la SCJN) es importante no olvidar que la discriminación racial es una realidad en México, con una modalidad ambigua, elusiva y perversa. El 85 por ciento de la población es mestiza-morena y sólo 15 por ciento es blanca, pero las oportunidades que tiene la gente de tez más oscura o de rasgos más indígenas son mucho menores que las de los blancos.

En EU hay un evidente y marcado autoritarismo por parte de los policías en contra de los afroamericanos y latinos y por cierto sector de la sociedad estadunidense. En México, la discriminación es sutil, la brutalidad de la policía no se concentra sólo en los morenos sino en todos y hasta hoy ha quedado impune.

El hecho de que en EU la minoría negra es más cohesionada, más participativa, desencadena acciones reivindicadoras más fuertes y extensas. Aquí ni siquiera existe una conciencia de que padecemos racismo. Los primeros en negarlo son los propios mestizos.

Esto está cambiando, hay libros, estudios, exposiciones, encuestas (Inegi, Colmex, Oxfam), el racismo empieza a exhibirse y a denunciarse. Esperamos que la conciencia de nuestro racismo no vaya a despertar odios de castas y formas distintas de violencia.