El contratenor y pianista Iván López Reynoso estrenará el 12 de junio la obra La introspección, del compositor Arturo Rodríguez, en sus redes sociales de Instagram y Facebook.

El también director de orquesta anunció en Facebook que la pieza fue escrita especialmente para él durante este periodo de aislamiento. “Realizaré el estreno mundial de La introspección, de Arturo Rodríguez, pieza para contratenor y piano, que de manera muy generosa escribió para mí”.

El programa del concierto, que se transmitirá vía streaming a las 17 horas en esas plataformas digitales, se complementa con música del compositor italiano Pier Francisco Cavalli, del austriaco Franz Schubert y del alemán Georg Friedrich Händel.

López Reynoso ofreció este viernes en su cuenta de Facebook la charla El director de orquesta moderno, en la que compartió que la función del director va más allá de mover las manos, pues se trata de un concertador, un mediador, un alquimista, que ayuda a los músicos a interpretar algo único e irrepetible.

“Todo en esta profesión son sensaciones, sentimientos, emociones. La música es el más grande comunicador de sentimientos que existe, por tanto, todas las emociones están en juego, y hay que generar esa empatía y esa mezcla para que el concierto sea exitoso.

La gente que asiste a la ópera o a un concierto va a sentir y a emocionarse; también podrá expresar si lo que ve y escucha la hace reír, llorar o enojar, porque todo es válido. Todas las sensaciones son importantes, expuso el músico.

Añadió que extraer las emociones que el director desea en la partitura, así como las que el compositor plasmó en ella, también es importante en el concierto.

El artista, quien desde el pasado 27 de marzo ofrece charlas sobre música a sus seguidores en las redes sociales, explicó que el director de orquesta necesita ser un moderador, un mediador y tener autoridad sin ser autoritario; ser compañero con liderazgo.

En la charla, López Reynoso se refirió a la diferencia entre una interpretación y otra; también habló de por qué puede ser una misma obra tan distinta de un director a otro, y por qué, si la partitura es la misma, existen maneras distintas de interpretarla.

Comentó que el trabajo del director de orquesta requiere de mucho tiempo para lograr una personalidad musical y que la agrupación la perciba.

“El director de orquesta tiene que ser moderno, porque ha de estar en constante crecimiento y aprendizaje. El director nunca deja de aprender, está en crecimiento, al igual que las sensaciones, las vivencias, la manera en cómo te relacionas con una partitura también cambian.

Con las orquestas se establecen vínculos, y todo esto afecta en la interpretación y la manera en que el conductor transmite sus emociones. Necesita, sobre todo, comunicar, eso es lo más importante. La tarea principal del director es lograr que otros hagan su trabajo; no es que se imponga, sino que ayuda a que los demás hagan mejor su trabajo y que funcione mejor el engranaje musical, sostuvo el músico guanajuatense.

López Reynoso explicó que existen diversas maneras de nombrar al director. El director titular o artístico es el máximo responsable de una orquesta; luego está el director asistente, que, como su nombre indica, asiste. También está el director concertador en la ópera, así como la figura del director invitado o huésped, al que acuden las orquestas porque tiene buena comunicación con los músicos.